miércoles, 31 de diciembre de 2008

Año Nuevo

Hace varios días que estoy en Bilbao. Llevo desde el 24 por la noche que no paro de comer. Canelones, cordero, chuletón en una sidrería, un cacho de buey en un batzoki (=mucha comida rica), wok chino 30 delícias, etcétera, etcétera. Creo que tendré que comprar nueva talla de pantalones en rebajas...
En fin, que espero que cuando todo vuelva a la normalidad (o anormalidad, según se mire), continuaré escribiendo.
Ah, se me olvidaba, que ¡¡FELIZ AÑO NUEVO!! otra vez. Nos lo llevan repitiendo los villancicos desde principios de diciembre, así como las felicitaciones, bancos (tiene su gracia), publicidad en general... Pero... resulta que año nuevo se celebra un montón de veces al año, dependiendo de la tradición, la cultura y la religión de cada uno. Este año ya llevo TRES años nuevos, con lo cual, tengo tres años más de lo que me pertocaría.
Por cierto, solo comentar lo despreciable que me parece el acto terrorista de esta mañana de cierta banda. Nunca antes me había encontrado algo parecido en Euskadi. Nada más salir de casa, al doblar la esquina, nos encontramos con piiiiiiiiiiiiiips, meeeeeeeeeeeeecs e interminables colas de coches. Pensamos que es la locura de fin de año. ¡Qué bien se va a pie por el mundo! Varias esquinas y calles principales después, al llegar hacia donde estaba la parada de metro. Centenares de personas mirando hacia un mismo punto, una calle acordonada, ertzainas aquí y allá, gente hablando por el móvil... Nos topamos unos conocidos, y nos informan de lo sucedido. Impresionante. Decidimos no coger el metro (¡ejem!), y al cruzar uno de los puentes de Deusto, un edificio humeando.... mucho. En fin... incluso he sacado una foto para la posteridad, para no olvidar nunca estas cosas, porque parece que al cabo de los años, hay muchos que tienden a hacerlo.
Ahora ya puedo decir que, o soy gafe o una superviviente: Londres, septiembre de 2001, 11-S: mi avión es de los tres últimos en despegar después del primer ataque. Londres, julio de 2005, visito la ciudad entre los dos atentados que hubo. Un metro al que subí con Ion, se quedó a oscuras y parado durante unos 5 minutos, el autobús que cogimos para ir al aeropuerto, pasó entre la policía, mientras esperaban otro ataque terrorista. Bilbao, hoy. ¡Qué suerte haber salido algo más tarde de casa y que no nos pillara la histeria colectiva del desalojo de la zona!
Pero bueno...
Pasadlo bien, y no bebáis demasiado que sino mañana tendréis una mala entrada de año. Nunca he padecido resaca, pero por lo que he visto y me han contado, no se lo recomendaría ni a mi peor enemigo. Espera, igual a ése sí...
Ojalá que 2009 sea mejor que 2008... y que deje de oirse la palabra de moda: crisis.

miércoles, 24 de diciembre de 2008

Preparados, listos, ¡ya!


Tengo una entrada mentalmente preparada para estos días, que mola mucho mucho mucho. Pero como aún no he pasado las fotos al ordenador y no puedo usarlas, pues tampoco escribo la entrada.

Sólo diré, por ahora, que esta noche me está recordando en demasía las de fin de año, que celebramos en casa. Me explico: un todocorrer de "rápidopreparalabechamelparaloscanelones" y un "todavíanoestálistalaensaladanonosvaadartiempo". Como en casa no celebramos habitualmente Noche Buena, pues este corre-corre que estoy viviendo se me hace harto raro. Y mentalmente... no paro de pensar que hoy es Noche Vieja, que hay que pelar las uvas, las campanadas, salir, el frío, y... y...

Me voy a terminar la bechamel y la ensalada.

Feliz... Cena Solos o En Compañía (agradable, a poder ser). Y a quien celebre la Noche Buena, ¡pues Feliz Noche Buena! (Esta noche en casa celebramos compañía agradable, acompañada (valga la redundancia) de canelones de carne y espinacas (mmmm), ensalada, picoteo, chocolate y trufas a más no poder y turrones.... y té.... y lo que se tercie).

jueves, 18 de diciembre de 2008

Glitter!


¡Último día de clase! ¡Fiesta! ¡Sí! Uf... demasiado cansada. Estos dos últimos días me he dedicado a ayudar a hacer felicitaciones de Navidad en clase de inglés. Les ponía música chula (Loreena McKennitt y tranquilitas para los de 5 años (que si no se desmadran) y rock y algo de heavy (cofcof) a los mayorcitos (de 7 y 8). Había algunos súpermonos que se quedaban en silencio, sin hacer nada unos segundos y decían bajito: "qué bonita" *^-^*

Como ingrediente extra a las felicitaciones, he añadido ¡la purpurina! Los chavales súper contentos, les encantaban las felicitaciones. Y cuando ponía pegamento y echaba la brillantina, todos: "OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOH" y "qué bien lo haces" y cosas así. Yo hinchaba pecho, de orgullo. Pero... claro... no me puedo enorgullecer mucho, porque que te lo digan tus pupilos de 5 y 7 años... en fin, dentro de nada ya lo sabrán hacer ellos, porque no es nada complicado... (Aunque oye, mis espirales marca Inanna... eso ya es otra cosa!). Pensándolo bien. Sí he de estar orgullosa. Es la primera vez (sí, qué pasa) que hago manualidades con purpurina y que quedaban bien a la primera... Y encima enseñando, toda segura de mí misma como si supiera lo que estoy haciendo. En fin, que se han ido todos muy contentos a casa, con las X-mas cards para los papis, que me han abrazado que ha dado gusto, y que mira... se han portado muy bien. Normalmente, para tenerlos controlados, les digo que irá el primero el que se porte mejor durante la clase (creedme, aunque pueda fomentar a la competición, se trata de una competición sana (sobretodo para mí... y para ellos, para aprender a comportarse). Pero estos días ante la pregunta "¿Y hoy quién es el primero?" la respuesta es: "Hoy todos sois los primeros porque os habéis portado muy bien". Y todos contentos, aunque hagan una fila como cada día. Cuestión de puntos de vista, oye.

Pero bueno... la cosa es que a ratos he empezado a sentirme que salía de pelis de los 80, como "Labyrinth" o "Legend". Vamos, en las que abunda lo que en inglés llamamos glitter. Creo que estaré meses sacándome purpurina del jersey. Pero ha valido la pena, por ver las caras ultra felices de los "enanos". Fijaros... es cómo cuando voy al Rincón Mágico de las Tatas (publicidad subliminal)... que vuelves a casa con purpurina... perdón, POLVO DE HADAS hasta en las orejas.

(He descubierto que los estornudos provocados por brillantina... ¡pican mucho en la nariz!).

Cuando los niños se iban... la mesa y yo quedábamos más o menos así... en todas las ocasiones:


(No es que yo sea un gigante, es que es una mesa y una silla del parvulario, dónde se sientan los niños de 4 y 5 años).

¡¡FELICES FIESTAS!!

¿Confusión... o amnésia?

No hace ni un mes que caí en las malvadas redes de facebook. Cada día es un poco estresante. Cada dos por tres me añade gente, o me envían "regalitos", o "abrazos virtuales",... Por un lado es bonito. Dices "mira, se acuerda de mí". Pero por el otro, que cada vez que abres tu correo te encuentras con veinte mensajes nuevos, tres solicitudes de amistad... En fin... Que por cierto, "solicitud de amistad" ¿no os recuerda mucho a cualquier trámite burocrático? Imaginaros. Un bar, un lugar anónimo, dos personas: "Hola, me he fijado en tí y me caes bien de entrada. ¿Quieres ser mi amigo?". "¿Tu amigo? Está bien, pero primero relléname esta solicitud de amistad. Luego estarás en periodo de observación durante varios días, te enviaré cuestionarios sobre tus aficiones, música preferida, libros y profesión. Más tarde leeré los informes que haya recibido sobre tí, y en función de ellos y de si veo que tenemos ciertas afinidades, aceptaré tu solicitud o la denegaré. ¡Hasta luego!"

Bueno. Facebook. Que tiene algunas cosillas que están muy bien, pero en su moderación. Es que creo que estoy bastante nerviosa. Últimamente me han agregado personas que casi no conozco. Hay dos o tres estudiantes erasmus de años previos, que vinieron a mi uni. Con la mayoría de ellos, solo compartía una asignatura. Nos veíamos una o dos veces a la semana. Cruzábamos COMO MUCHO un "hello how are you" o un simple "hi" al pasar por delante. "How are you" si no había más gente con quién hablar. Y ya. Y claro... se me hace muy extraño tener una lista como 71 personas (a día de hoy), con las cuales... bueno, que casi ni conozco. Sin más, que para mí la palabra "amigo" la pongo en el mismo nivel de importancia que "amor". Que no es algo que se le diga a cualquiera. Y no voy a entrar en las diferentes clases de amigos que podamos tener. Pero desde luego, alguien con quien no has tratado casi nunca, no es un amigo. (Salvo en extrañas circunstancias, como acabarse de conocer, notar gran conexión/feeling...).

Y, finalmente, a lo que quería llegar. Me agregó una chica que estuvo en mi mismo instituto. Me mandó un mensaje privado, preguntándome que qué tal, toda contenta, y que qué era de mi vida... Acepté la "solicitud de amigo" que me mandó y le contesté el mensaje: bien, y esto y lo otro. Añadiendo que me sonaba mucho su nombre pero que no era capaz de situarla físicamente. Miré y remiré las fotos (pocas) que tenía. Y ni por esas. Hoy ha contestado. Que estuvo en tal clase, con francés con tal chico y tal chica, que se ha ido al extranjero, tiene una carrera y trabaja, que qué raro, con lo bicho que era... y que estaba en mi clase. Y yo... ¿cómo le digo que no, que sigo sin recordarla? A ver si será que no hemos coincidido nunca... :S

Lo peor de todo es que yo, supuestamente, soy de esas personas que no olvidan una cara. Que es capaz de ponerle nombres y apellidos a la mayoría de gente que ha pasado por mi vida, por breve que fuera...

Para terminar, una imagen que tengo guardada desde hace semanas. Al registrarte... ¿qué te pregunta el popular portal de Facebook? He aquí la respuesta... ¿Dónde tienes...?


martes, 16 de diciembre de 2008

Dabuti


Llevo desde el domingo planteándome escribir sobre este finde pasado. Porque vale la pena contarlo. Sin embargo, lo encuentro tan privado e íntimo que creo que no lo haré. En cambio, dejaré un link a una canción que sonó... ¿cuantas? ¿Cuatro o cinco veces en total? Al principio creía que cantaba en español, pero yo no entendía nada... (Sin embargo aquí os dejo un "Teniente" made in Inanna de la canción en sí: das este cerrá la portika, en la portika de las palominos, dame un menú minicoleto. Escuchad y mirad el video. Gracias Babú.

¿No os ha pasado nunca que cuando habláis con alguien a quién conocéis poco os sorprenden las expresiones que usa? Estaba hace un rato paseando a mi perro. Y oigo que alguien me llama. Entorno los ojos. Soy miope, qué le vamos a hacer. Una chica. ¿Quién será? "¡Hola, noia!" me saluda. Se trata de una chica que conocí en los créditos que hice a finales de octubre en Salou, sobre Jaume I el Conqueridor. Ya entonces nos mirábamos extrañadas porque nos sonaba nuestra cara. Pues nada, hemos estado comentando un poco la jugada, de los créditos esos, y jijí y jajá... Y en cierto momento ha dicho eso, dabuti. Me he quedado como sorprendida. Hacía años que no oía a alguien utilizar esa palabra. Y con esa entonación. Rápidamente ha pasado por mi cabeza a Zack de Salvados por la Campana diciendo la misma palabra: ¡qué dabuti, colega! ¡dabuten! Tengo ganas de volver a ver la serie. Seguro que no es lo mismo y que ahora la encontraría falta de sustancia... pero forma parte de mi niñez y preadolescencia.

Fijaros que antes de ir al instituto, cuando yo tenía unos 8-9 años creía que en los institutos españoles habían taquillas... Ilusa. ¿Cuántas concepciones equivocadas nos habrán inculcado las series estadounidenses? ¿Animadoras? ¡Ja! ¿Taquillas? Ya. ¿Baile de final de curso? Séh. (Mira, lo del baile mejor que siga sin haber. Y chicas con alma de animadora habrá siempre en todas partes, aunque no lleven el uniforme).

En fins, llegan las fiestas y se prevee quedar con bastante gente. Me iré un día más del que pensaba... cosas de dividirlas y dividirme entre mi ciudad y la familia y Bilbao y los amigos y familia de allí de Ion.

Tengo ganas de curarme del todo.

Últimamente me han sorprendido los niños.
El lunes V., anteriormente conocida como "la niña duende" o "el pequeño diablo", recientemente reformada a mejor, andaba llorando que "nadie la quería". La consolé como pude y cuando ya estaba más calmada, un par de compañeras le dijeron que ellas no la querían. La niña volvió a llorar. Una le dijo "que es broma". Y la otra me explicó: "Yo no la quiero. De verdad. Yo quiero a mis amigos Martín y Javier. Y también a [norecuerdonombreporquenolaconozco]. Yo no la quiero. Y no es broma]. Ya os podéis imaginar la escenita. Y todo ello, mientras yo trataba que prestaran atención a The Snowman (si tenéis algo más de veinte minutitos, ponérosla. En mi caso, está lleno de recuerdos). Solo que, como la película (mía) tiene unos 20 años, sin exagerar, sabía que la calidad no sería muy buena, porque lo comprové antes de ir a clase. Lo que no esperaba es que el video del colegio me pasara toda la peli con voz de pitufos y la musica acelerada. Tenía que ir parando cada dos por tres para preguntar "¿Qué lleva puesto el niño?" o "¿Quién es el hombre de Rojo?"... Sino, la peli volaba en menos de 10 minutos. ¿Lo peor? Que no tenía NADA más preparado para ese día. Bueno, sí. Un DVD lleno de pelis en inglés que no se podía reproducir en el DVD de la escuela. Yuhu.

Si alguna vez me habéis oido "cantar" la canción del hamster (tititipatiu...), la reencontré en la peli de Robin Hood. Poned este video, dejadlo empezar et voilà!

Creo que dejaré ya los mundos bloggeros, y me dedicaré a terminar un capítulo de Historias de Terramar. Y a dormir.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

Lo que se queda por el camino y los zapatos

¿No os habéis preguntado alguna vez si no os habéis dejado cosas por hacer a lo largo de vuestra vida? Supongo que suele pasar. A veces, miras en retrospectiva y te dices "aquí hubiera dicho esto", o "allá hubiera hecho lo otro". En algunas ocasiones te sientes como que no estás haciendo todo lo que deberías estar haciendo. ¿Y quién te dice qué cosa es a cada momento? Nosotros mismos, los padres, los amigos, la sociedad... Pero sobretodo, nosotros mismos.

Hace relativamente poco tuve una crisis (aún no he llegado a los 25, así que figuraros cómo estaré en un año y medio): me estaba (estoy) haciendo mayor. Efectivamente, la juventud y la adolescencia pasan. Mientras duran parece que nunca se van a ir, y de repente... ¿dónde están? Es una estupidez, pero este verano me di cuenta que me estaba haciendo mayor, que no había hecho cosas que muchos de mi edad ya han hecho. Por ejemplo, nunca he pillado una cogorza. Es difícil para mí, el 90% de las bebidas alcohólicas no me gustan, y muchas de las veces que he bebido no me han sentado bien. Tampoco he me he fumado un pitillo. He sido fumadora pasiva hasta los 20 años. Odio el olor a tabaco que queda en la ropa y el pelo. Odio que cuando estoy en un local cerrado, mi pecho acabe silvando porque no puede respirar bien. Tampoco he probado la droga, aunque eso no me quita el sueño. Vamos, que cualquiera que lea esto pensará "vaya, una chica sana como una manzana". Prefiero mil veces más irme a la montaña a encerrarme una noche en una discoteca para escuchar "música" y "bailar" con un ritmo frenético. Prefiero pasear y tomar un té una tarde de frío con un amigo a irme de compras en un centro comercial. Prefiero leer libros, cómics de calidad, y novelas juveniles (hay verdaderas joyas entre ellas que los adultos desconocen. Una pena), a... no sé... ¿tunear mi nuevo Peugeot 205? o 206, no sé la numeración de los coches. Sólo sé un modelo: Toyota RAV-4, el todoterreno que me enamoró a los 8 años. Color azul.

Todo lo que hago, por muy distinto a la mayoría, me llena. Tengo aspiraciones a escritora (mirada al infinito. Algún día), a traductora (hoy me ha vuelto a salir una traducción de una web. ¡¡Bien!!), he ido conociendo cada vez más personas que comparten mi modo de pensar, hacer y vivir. Tengo la tira de sueños y proyectos. Tengo de todo y más. En verdad, no me puedo quejar.
Pero como todo humano, me parece que está muy metido en la cabeza lo de preguntarnos estupideces. ¿Por qué sigo pensando que me pierdo algo?

A los 16 estuve luchando para que mis padres me dejaran ir al Puerto Deportivo de mi ciudad. Por aquél entonces estaba de moda, había muchos locales de baile, mucha música distinta y todo tipo de marcha y de gente. Deseaba ir y ver aquello, muchos amigos y conocidos iban cada fin de semana. ¿Por qué yo no? "¿Qué hiciste el sábado?", "Buah, fui al puerto y brutal. Nos lo pasamos de PM", decían gallitos sacando pecho. Era lo más. Hasta los 18 no dejaron que empezara a asomar la cabeza en el mundo nocturno. Fui al Puerto una noche. Y como Julio Cesar: Veni, vidi, me largué. Meses más tarde, volví con mi amiga Nur. Era carnaval. Yo seguía en mi época de pseudo-cofcof-gótica. Y llevaba la primera blusa gótica que me pude comprar (60 eurazos que me costó en la calle Tallers de Barcelona). Me refiero como pseudo-gótica porque me encantaba la estética, los vestidos eran preciosos... y supongo que una temporada algo embajonada, ayudó. Aunque claro, yo nunca he podido ser una gótica de verdad porque... vamos... mi cara no pega ni con cola :). Ni porque por entonces, Edgar Allan Poe no es que me dijera mucho... (Lo intenté, eso sí). A lo que iba. Que volví al famoso puerto con una amiga. Creo que visitamos media docena de locales en un minuto. Entrábamos, yo salía y mi amiga, detrás de mí. No me gustaba. No encajaba. El cruasán con queso y jamón que compramos al volver, bien calentito para combatir el frío, fue el mejor final para aquella velada.

Desde entonces, en estos 5 años creo que he estado unas 4 o 5 veces. Ha habido años en que ni lo he pisado. Creo que recuerdo la mayoría de ocasiones: fiesta de graduación de la uni, cena con las de la uni, con unos amigos a un local con música 80-90s y rock, cumpleaños de una amiga y "favor" a un amigo de acompañarlo a una "Fiesta Argentiiiiina" con la chica que le gustaba.
Igual, todo esto de "me estoy perdiendo algo", sin saber qué es, es parecido a cuando te gustan mucho un estilo de zapatos, pero no tienen tu talla... o te apretan. Y sin embargo, te metes entre ceja y ceja, que ya se adaptarán a tus pies, porque son bonitos y... tienen que adaptarse. Te los compras, te los pones y te salen ampollas cada día que se te ocurre ponértelos. Porque sencillamente, esos zapatos no te van.

Por eso siempre llevo botas de montaña (una de mis señas distintivas) o zapatos muy cómodos. Caminando con tacones soy un auténtico pato. Y no soy yo.

La siguiente crisis será la de "¿Esto es todo lo que puede ofrecerme la vida?". Un monográfico de "voy a seguir en este curro, que está bien pero que yo esperaba algo más; mi vida sentimental está bien, pero yo creía que a estas horas...; yo estoy.... pero creía que ahora ya...". Tranquilos, aún falta para ello. Pero conociéndome, llegará.

Sé que dije algo sobre una llave, pero la foto que nos hizo Elle me gusta demasiado como para no compartirla. Además, nos ilustra a todos/as. Hay quien lo hace todo a la vez, pero la mayoría son 2/3 o 1/3 los más suertudos: callamos lo que deberíamos hablar, no vemos lo evidente, hacemos oídos sordos a las verdades.



PD: ¡¡Otra traducción de una web!! :D ¡Dinero directo a la hucha de Glastonbury! (Wait a minute. No está confirmado. Inanna, no hagas de esto el cuento de la lechera).

lunes, 8 de diciembre de 2008

Tan...



Dengo da dariz dena de mocos. Tan doja que padezco el deno ése de papá Noel. Ed de da candión.

Mis padres me han hecho el mejor regalo posible dadas las circunstancias. (Es por mi "santo"). Lo compraron hacía ya varias semanas. Una manta eléctrica de 180cm para taparme cuando vaya a casa de Ion.

Os quiero.

Creo que nunca me había hecho tanta ilu una manta.


Inanna resfriada rodeada de pañuelos usados.
La cosa pequeña y roja a mi lado es mi madre, cuidándome. Ha aparecido cuando estaba "dibujando" esto y me había pedido que la hiciera a ella también. Pero como ya estaba rodeada de pañuelos, la he dibujado donde he podido.



Próximamente: foto de la llave perfecta.

lunes, 1 de diciembre de 2008

Flashback


Hace un rato, he puesto muchas canciones en el reproductor. La mayoría son éxitos de los 70 y 80, aunque hay algunos de los 50 o 90. Después de darle a avanzar para saltarme un par de canciones que no me gustaban, me he encontrado recordando la coreografía de calentamiento que usábamos en clase de ballet un par de días a la semana, desde los 5 años hasta los 12 o 13... Tenía dos canciones favoritas en esa clase. Ballet nunca me ha gustado. De hecho, lo detestaba. Prefería ir a jugar a ajedrez con los niños, pero por aquel entonces el colegio era bastante conservador y el director había decidido que las niñas haríamos ballet y los niños, ajedrez. Sin embargo, había un momento en que me olvidaba de si lo hacía bien o mal, si había más gente a mi alrededor, de si estiraba más la mano o levantaba demasiado el brazo. Una la descubrí hace unos años: (Everything I do) I do it for you, de Bryan Adams.




Encontré la canción de Bryan Adams unos años después, cuando fuimos de colonias, en un pub de un pueblo. De pueblo enano. Y el pub, en verdad, era muy enano. Corrí hacia la única pantalla de televisión, en la que aparecía el videoclip con escenas de la película. No mucho tiempo después, pude hacerme con el mp3, ya que internet y el intercambio de archivos empezaron a ser algo más frecuente.

Y esta tarde, en medio del recopilatorio, me he encontrado con algo que creía olvidado. No se me ocurrió, más de mayor, buscar la canción. Básicamente, porque tampoco me acordaba mucho. Sin embargo sí recuerdo un poco el movimiento de caaaaaaaaaaaaaaaaaaan't liiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiive que acompañaba a la voz de Nilsson. Bendito seas, Martin, por pasarme todos esos recopilatorios el año pasado. Inanna dixit.

Without You (Nilsson)




Y, bueno, por si alguien se ha quedado con la intriga... El hambre que se me comía las entrañas el sábado pasado era, simplemente, que empezaba una odisea de virus intestinal. Ya estoy casi curada :). Esta vez parece que voy rapidito. Mañana depende de cómo me encuentre, volveré al currele... depende de la media de viajes que tenga que hacer al lavabo, que la jefa me ha dicho que si todavía estoy pachucha que no problem. (Me ha alegrado mucho esto, pero por otro lado... como casi parece que me cobren por horas... ¿Qué haremos si me descuentan la mitad de una semana? :-/)

Smuaks!