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lunes, 21 de enero de 2013

Sueños, despedidas y cambios

He leído esta entrada de un blog que sigo desde el año pasado, and the pioneer life. Un blog de una familia danesa (¿o eran holandeses?) que se fueron a vivir  a los bosques de Suecia, siguiendo un sueño. Hablé de ellos en esta entrada que escribí el pasado abril.

En el post que han subido hoy hablaban de unos amigos que conocieron cuando fueron a los bosques, al principio, cuando construyeron la primera cabaña y eran una comunidad con otras personas... Se sintieron solos y se fueron ellos solos, la família de 6 miembros, junto a un lago. Los impulsadores de esa comunidad inicial venían a despedirse y en el texto Andrea ha dejado escritas estas palabras, que traduciré a continuación, porque... bueno, realmente no sé si es el momento para mí, que igual estoy sensible o porque lo siento en cada fibra de mi ser, estas palabras me han llegado muy profundamente y creo que hay que compartirlas.

When we said goodbye this morning we also said goodbye to the dreams. You can be a slave of dreams, you know. You can be a slave of ideals and you can be a slave of rigid notions about how you think the world should be. And it´s not.
It´s never what you want. Might be what you need though.
Smiley.
Everything changes. All the time.
This is the only mantra that I have. This is the only truth that I know.
Dreams change too.

Cuando nos despedimos esta mañana también dijimos adiós a los sueños. Puedes ser un esclavo de los sueños, ¿sabes? Puedes ser un esclavo de los ideales y puedes ser un esclavo de las nociones rígidas sobre cñomo crees que el mundo debería ser. Y no es así.
Nunca es lo que tú quieres que sea. Tal vez sea lo que tú necesites.
:)
Todo cambia. Continuamente.
Este es el único mantra que tengo. La única verdad que conozco.
Los sueños también cambian.

Me ha parecido estar escuchándome a mí misma, todo cambia, nada es permanente, incluso los sueños. ¿Cuántas cosas tenemos en la vida que son así porque nosotros mismos nos las impusimos? ¿Cuántos sueños dejaron de ser sueños, pero los seguimos persiguiendo por... costumbre o porque no nos hemos dado cuenta que ya no son nuestros sueños?

 

domingo, 9 de diciembre de 2012

Aprendiendo a disfrutar de los momentos

He ido notando una cosa a lo largo de los años, según voy creciendo (ganando años y experiencia): los momentos que pasas con los amigos o la gente a la que aprecias.

Cuando vas al instituto o a la universidad (hablo desde mi experiencia) te acabas "acostumbrando" a estar con estas personas más o menos habitualmente. Quedas una o dos veces a la semana fuera de las aulas, los fines de semana o de vez en cuando, es bastante fácil cuadrar un día para encontraros. Disfrutas de esos momentos al cien por cien, pero no siempre te das cuenta de que son algo momentáneo, que son únicos porque en el futuro será bastante difícil repetirlos con la misma asiduidad.

Conforme tú y tus amigos vais ganando responsabilidades de diversa índole (trabajos, estudios superiores, tiempo de pareja, familia, tiempo de familia de la pareja, obligaciones varias e incluso aficiones importantes) ves como se hace cada vez más complicado encontrar un hueco para reuniros todos y que os vaya bien. Es un poco triste porque sin duda querrías verlos más a menudo y disfrutar como en otros momentos.

Pero lo bueno es que aprendes a disfrutar de esos días de verles, esas horas y risas pasadas juntos las guardas con cuidado y mimo. Exprimes el tiempo al máximo y, aún exprimiéndolo todo lo exprimible -aunque ya no le quede jugo-, siempre queda el sabor agridulce de que se podría haber hecho más. No. No se podría haber hecho más; se podrían haber hecho otras cosas.

Al final te olvidas de sacar ninguna foto porque estás demasiado pendiente de reírte en ese momento que no recuerdas la cámara que tienes en la mochila o que el móvil sobre la mesa también hace buenas fotos. Y eso es bueno.



A veces nos sumergimos tanto en nuestra vida diaria que te paras un instante y te das cuenta de que ésa escapada de cinco días a Dublin de octubre de 2009 en el que conociste a dos amigos de tu pareja y jugásteis una partida de Little World fue hace tres años. O que anteayer hicimos la cena de Navidades en Bilbao con algunos amigos y ha pasado casi un año porque estáis preparando la de este año.
Y es bonito, porque a pesar de ver poco a estas personas -algunas de las cuales las veías mensualmente hace nada-, es como si el tiempo no pasara. Igual hace cinco meses que no os veis, un año, dos, pero las conversaciones y las risas se retoman en nada.

Estos días hemos tenido a un par de amigos por casa. Esta mañana, al volver de pasear a Nahia, me he encontrado que seguían durmiendo. TODOS. Era aburrido, porque además no podía acceder a algunas habitaciones de casa para hacer cosas de provecho (adelantar trabajo). Así que he cogido la comida de Nahia y me la he llevado a la terraza, a hacerla correr mientras le tiraba bolitas. Hacía un solecito muy agradable y me he sentado contra la pared. He cerrado los ojos y me he dejado llevar por el momento. He sentido paz. He sido capaz de disfrutar de un momento en el que supuestamente debería haber estado haciendo otra cosa y ser consciente de ello me ha llenado. Es una tontería, pero ha sido una de esas pequeñas cosas que después recuerdas.

Y para terminar, os dejo con una entrada de OyeDeb! muy interesante: la importancia de ser vaga. Vamos, de disfrutar de pausas, de momentos, de divertirse, de descansar o de hacer otras cosas aunque en ese momento no tocara hacerlas... para recargar pilas. Porque no somos máquinas y necesitamos momentos de recuperación, distracción, dar rienda suelta a la creatividad, soñar y reír con alguien en otro lugar.

La libertad empieza en la mente de cada uno. (del artículo de OyeDeb!)

PD: Las imágenes son MÍAS. Si las quieres para utilizarlas en algún lugar, pídeme permiso primero :). Están hechas en la Selva de Irati, Navarra, el 1 de diciembre de 2012. Me apetecía compartirlas con los pocos que os seguís pasando por aquí :).

viernes, 20 de abril de 2012

¿Seré capaz?


Los que más o menos me conoceis de cerca sabréis que siento una especial predilección por los bosques y la naturaleza. Ya la sentía cuando era pequeña, cuando hablaba con los árboles y las plantas o me escapaba de donde estaban mis padres para acercarme al lugar donde habían animales, agua o un bosquecito. Mi madre lo sabía y, en lugar de sucumbir al pánico, se acercaba hacia donde había cualquiera de estas cosas y me encontraba. 

Hace años que sueño y fantaseo (o daydreaming en inglés) con tener una casa en el bosque. De hecho, durante mucho tiempo, con unos amigos que también perseguían este objetivo, la llamábamos La Casa Del Bosque. Desde entonces, que voy mirando libros de vida autosuficiente, de esos que te enseñan cosas que la sociedad ha olvidado, pero que en pequeñas comunidades apartadas de las urbes, siguen siendo el pan de cada día. Cómo desplumar un pollo, cuál es la mejor época para plantar nabos, si plantar ajos al lado de las acelgas evita los bichos, o simplemente cómo cortar leña sin rebanarte un brazo. 

Conocimos a un amigo, P., que era jardinero y que, además, había estudiado permacultura (buscadlo en Google). Yo no tenía ni idea de qué era eso. Pero me informé y me encantó la idea. En cuantro palabras, se trata de adaptar tu casa al entorno en el que está y formar una especie de microsistema en el que nada se desaprovecha: el agua se recoge y, según la clase que sea, se distribuye entre la huerta o los árboles silvestres. Lo que más me llamó la atención era que podías hacerte tu propia casa utilizando barro y paja. 

Eso creo que fue el principio. Empecé a interesarme por temporadas en este tipo de casas. Resulta que es una práctica cada vez más extendida, especialmente en EEUU y el Reino Unido y que hasta hay grupos y organizaciones que montan una especie de "campos de trabajo" en los que ayudas a construir una casa de estas características mientras aprendes cómo hacerlo.

Contrariamente a lo que podáis imaginar, estas casas son. una. pasada. En serio, son preciosas. Hay una que es conocida como "La Casa Hobbit", porque parece sacada de La Comarca.

Hay algunas que hasta tienen placas solares, electricidad, agua caliente o suelo térmico.

En mi Tumblr, Titillanduus, suelo poner imagenes de cosas que me inspiran: desde chocolate y té, a bosques, árboles, ilustraciones... o casas de ensueño. Yo les pongo la etiqueda de "Dream house". Para mí, esos pedazos aleatorios de casa son en los que me gustaría vivir algún día.

Gracias a algunas de estas imagenes (y a la labor posterior de documentación) he encontrado blogs, grupos de facebook y páginas sobre este tipo de casa.

Hay gente cuyo sueño es tener un sueldo impresionante y tener su pisito en la ciudad y el chalet de fin de semana. Cuando me enteré que la Casa Hobbit costó 4000 libras me quedé de piedra. Vamos, que si te lo montas bien y encuentras un terreno en venta o donde se permita este tipo de construcción, cuatro mil euros no es "nada" comparado con los 150-350.000 euros que te puede costar un piso normalito en la ciudad.

Uno de mis sueños es lograr eso. Y lo que cada vez me llama más la atención es hacer algún campamento de aprendizaje de este tipo... Y a veces me pregunto si seré capaz de hacerlo. Y luego a si podría dejar de lado mi estilo de vida actual durante un año o dos para construir la casa. Está claro que nunca más será el mismo y que se acercará a mi ideal. Pero... menudo cambio. Y cuántas personas que no entenderían eso. Y lo que cuesta el irte y empezar de cero. Y la pareja, ¿qué pasa si el otro no lo quiere? ¿Cuánto se está dispuesto a arriesgar?

Esta tarde he encontrado a una familia de Dinamarca que se fue a Suecia a vivir en comunidad, en plan totalmente ecologista y autosuficiente. La vida en comunidad (con ésa comunidad en concreto) no fue lo esperado y ahora están rehabilitando una cabaña de madera de hace 100 años en medio del monte con sus 4 hijos. Tienen un blog que es muy interesante de leer sobre sus experiencias en el día a día y de cómo han cambiado las prioridades, los puntos de vista y hasta los miedos. Está en inglés, pero es muy, pero que muy interesante (y las fotos del lugar son preciosas). Se llama "& the pioneer life" (también los podéis encontrar en facebook). [Este es el primer blog, de cuando se marcharon a cambiar sus vidas por primera vez y estuvieron con la comunidad: "and the great escape"].

Si os gusta este tema, para empezar, os recomiendo que os unáis a la página de FB Natural Homes (o podéis visitar también su web), en la que ponen muchas fotos de casas, artículos o comentarios de familias o gente que ha cambiado su estilo de vida.

(Y sigo sin poder poner imagenes porque se cuelga. *yupiii*).