sábado, 18 de diciembre de 2010

Montañas


A veces, cuando andamos, miramos al suelo para no caer. Nos da tanto miedo caer que hasta nos olvidamos de hacia dónde íbamos. Empezamos a andar, sin importar hacia dónde, sólo andar. Y cuando miras a tu alrededor y no ves nada conocido, piensas "¿cómo he llegado hasta aquí? Me he perdido. Estoy perdido".

Cuando subimos una montaña, si conseguimos no perdernos al andar ni mirar excesivamente a nuestros pies, vemos el gran trecho que nos falta para llegar a lo alto. A veces es conveniente parar un rato, darse un respiro y mirar todo lo que has andado, que es mucho. Aun te falta para hacer cima en la montaña, pero ya es menos de lo que había cuando empezaste.

A veces es conveniente mirar hacia abajo para mirarlo y darnos ánimos.

Vale la pena aprovechar el tiempo. Tempus fugit y nunca vuelve.

Lo que nosotros no hagamos, lo hará otro. Lo que no disfrutemos, lo hará otro. Las veces que no nos riamos, las hará otro. Ése otro lo hará todo igualmente, tanto si tú lo haces como si no. Así que... ¿no es mejor hacerlo? Seguir andando, mirar hacia adelante, descansar y continuar... aprovechar lo que nos han dado y disfrutar mientras continuamos nuestro camino.

domingo, 5 de diciembre de 2010

¡Inanna vuelve!


Pues eso, vuelvo a escribir, a traducir, a estar motivada y a dejar un poco la niebla atrás! La motivación es gracias a unas conferencias de traducción de videojuegos en la UAB (mola, ¿eh?) a las que fui los pasados jueves y viernes. Fue una pasada, no solo por los contenidos de las conferencias, que fueron de lo más interesante, sino también por la gente y profesionales que conocí. He vuelto motivadísima y con ganas de hacer cosas. Así que, a la que me den el alta por el accidente del quillo [ver entrada], ¡vuelvo a la carga! 
¡Prepárate, mundo!

lunes, 29 de noviembre de 2010

Arrebujarse



Es una palabra bonita, ¿verdad?

arrebujar.
(De rebujo1).
1. tr. Coger mal y sin orden alguna cosa flexible, como la ropa, un lienzo, etc.
2. tr. Cubrir bien y envolver con la ropa de la cama, arrimándola al cuerpo, o con alguna prenda de vestir de bastante amplitud, como una capa, un mantón, etc. U. m. c. prnl.
3. tr. Reburujar, revolver, enredar. U. m. c. prnl.

Me gusta arrebujarme entre las mantas y las batas al volver de la calle helada, tomar un té calentito, con un libro en la mano o algo agradable que hacer y una infusión calentita o un té. Es lo mejor. Me encanta el otoño y el invierno para poder arrebujarme en el calor del hogar y de las cosas agradables.

Desde pequeña me ha gustado el té. Mis padres bebían de vez en cuando, y unos amigos de éstos, que son persas (perdón, iraníes), siempre que iba a su casa tomaba una taza de té negro con cardamomo. (Es muy, pero que muy rico). En casa de mi abuela siempre tomaba infusiones y tisanas. De mayor aprendí que tisana era un sinónimo de infusión. Pero hasta entonces, pensaba que tisana era una infusión que me preparaba mi abuela cuando volviamos las dos de pasear o a media tarde y hacía frío. Llevaba anís y hierba luísa. Había algo más, pero no recuerdo qué, exactamente. Mi madre tal vez lo sepa. Me lo servía con una cucharada de miel, bien calentito.

A los dieciséis años fui por primera vez a Alemania durante una semana. Los últimos días nos alojamos en un albergue a las afueras de Freiburg, en medio de un bosque. Freiburg está cerca de la Selva Negra. Es una zona preciosa y la ciudad me robó el corazón. Tengo muchísimas ganas de regresar algún día... Pues bien, en el albergue, a mis compañeros de instituto y a mí, nos servían en el desayuno y la cena agua hirviendo con bolsitas de té de mil y un sabores. Yo estaba feliz. Mis compañeros, no. Eran más de leche, colacacao y café. Se quejaban de que comíamos con té y zumo de frutas (curioso, ¿verdad?). Y la verdad es que tanto el té, como el zumo de frutas, que sabían mejor que los que nos venden aquí, estaban muy ricos. Me quedé con un grato recuerdo de aquél albergue y con la curiosidad de que... al estomago y a tu bienestar les sienta mejor que comas con bebidas calientes o templadas a que sea con frías, que es lo que hacemos más por aquí. Os recomiendo que lo probéis. 

Cuando tenía diecinueve o veinte años empecé a frecuentar una cafetería de mi ciudad que está pared con pared con la Catedral. Me encantaba ir con algunas personas en especial, dado que siempre salían conversaciones trascendentales, proyectos y sueños. Nos gustaba mucho ir porque tenía una amplia lista de tés (de la Tea Shop) y de Chocolates (Eraclea). Me dejaba dinero, porque era (y lo sigue siendo) cara, pero me valía la pena por los grandes momentos.

Fue un día, después de volver de allí, dónde se me ocurrió La Tienda de Ensueño. Intenté captar la magia del arrebujarse. De entrar en calor, de tomar el té, del olor a incienso, de las mantas y las alfombras. De sentirte como en casa, en un hogar. De crear un lugar y un relato acogedor. Y Loreena McKennitt ayudó mucho.

Luego abrió Istambul, una tetería-kebab ambientado al estilo turco, con velas, alfombras, sillas y mesas bajas, cojines, cortinajes, poca luz y música árabe. Y entre la catedral y el Istambul, me pasaba las tardes de los fines de semana. Té, té, té, chocolate y té.
 
Por ésa época también frecuentaba un restaurante, que cambió un par de veces de localización, en que servían un té con menta muy rico y hacían un cus-cús impresionante y sopa harira que está que te mueres y donde el dueño es una persona la mar de simpática. Parte de tercero de filología me lo saqué entre esas paredes, estudiando mientras me tomaba té con una amiga.

Hace cosa de un par de años dejé de ir al Istambul, puesto que subieron mucho los precios y, al haberse hecho famoso, siempre estaba lleno y el servicio no era como al principio. Y los tés con menta ya no estaban tan ricos como al principio. Yo adoro el té con menta, el té moruno, el té árabe... Entonces descubrí el Sáhara, que estaba en la calle de atrás de donde yo vivo. Un local que no parecía muy elegante, que siempre estaba lleno de marroquíes muy majos (mirando fútbol por las tardes en la pantalla grande), con una quincena de mesitas y tres zonas de butacas. Allí descubrí el mejor té con menta de la ciudad. El mejor. Y, claro, estando a dos minutos de mi casa, era clienta habitual. Algunas semanas llegué a ir 4 días. Algunos días iba mañana y tarde, con personas distintas. Qué té tan bueno. Y las pastitas, que eran las mismas que vendían en el Istambul (de una pastelería árabe de Barcelona) y que estaban a mitad de precio porque no hinchaban los precios, y las tortas de pan marroquí calentitas con miel, o miel y queso Philadelphia.

Pero cerraron.

Y me quedé sin el té.
Ahora voy a una cafetería pequeñita que han abierto, también cerca de mi casa, donde hacen unas increíbles magdalenas de queso y el trato es muy agradable.

Pero bueno, a lo que iba. Que cuando hace frío y los días son grises, apetece arrebujarse entre mantas y tés calentitos, hacer que te sientas bien. Porque arrebujarse, al fin y al cabo es eso, es sentirse bien. ¿Qué hay más agradable que pasar frío y llegar a un lugar donde las personas, el ambiente y la magia de un té te den la bienvenida?

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Este es un post triste


Hace un mes y medio que no escribo. A ratos tengo muchas ganas de volver a escribir, cosas mías y cosas de blog.
Pero tengo miedo, todavía.
Siento como si me hubieran arrancado la mitad del corazón y la parte que queda todavía está cicatrizándose. Es un proceso lento, doloroso a ratos, pero es curativo. Llevará un tiempo.
El traumatólogo me dijo en mi última visita que tuviera mucha paciencia con las cervicales y la espalda, después del accidente.
Me siento cada mañana frente un espejo cuadriculado a mirar a lado y lado, diez repeticiones, arriba y abajo, inclinando la cabeza, a tirar la barbilla para atrás. 
Y con lo otro, pues paciencia. Mucha paciencia. Me pregunto cuánto tiempo pasará hasta dejar de soltar lágrimas cuando me doy cuenta de que no, no va a venir, no, no va a volver a saludarme, ni a saltar sobre mí contento.
Una de las cosas que más me gustaban era que cada mañana, cuando te levantabas, te saludaba como cuando vuelves de un viaje. Y es cierto, el sueño es un viaje largo y, a veces, hasta peligroso, pues hay quien no vuelve después del sueño.
Él lo sabía y por eso se alegraba de verte cada mañana.
Creo que jamás había echado tanto de menos a alguien, al menos por ahora.
Pero me han enseñado que la vida te presta todo lo que tienes, pero es sólo eso, un préstamo. Al final hemos de devolverlo, y no siempre cuando nosotros queremos.

Volveré a escribir otro día. Más adelante, creo. Sigo sin poder enfrentarme a las páginas en blanco sobre mi.

Besos!

sábado, 2 de octubre de 2010

Dar las gracias



A veces hay que dar las gracias por estar vivo. Deberíamos hacerlo cada día, pero como estar vivos se nos ha convertido en una costumbre, se nos olvida.

Hoy nos ha pasado lo que tantos fines de semana sale por la tele. Coche con exceso de velocidad invade carril contrario y le da al que pasaba por ahí tranquilamente. Hay que añadirle que se trata de una carretera de montaña, con muchas curvas, poca visibilidad y un barranco de a saber cuántos metros de altura. 

En serio que doy las gracias de que estemos vivos, de que no nos hayan lesionado de por vida, y de que el "daño" haya sido material (adiós, coche). Tal vez con este susto que se han llevado los quillos que iban en el otro coche (en especial el conductor), aprendan a valorar su vida y la de los que les rodean, lo expliquen a otros que suelen hacer cosas parecidas y se eviten muertes. 

Ya hay demasiados "accidentes" involuntarios, no hace falta añadir excesos de velocidad, alcohol o drogas a la carretera.

Todavía me da cierta rábia. Más por el comportamiento y el coche, que por otra cosa. Pero ahora, como realmente estoy, es contenta. En un segundo han pasado a segundo plano los problemas laborales, personales, familiares... cualquier cosa de la que hacemos una montaña y que tampoco lo es tanto.

¿Sabéis lo más gracioso? Segundos antes del impacto, o milésimas, al ver que íbamos a chocar, he pensado textualmente un "no me jodas".

Mis últimas palabras pensadas hubieran podido ser estas. Cuando se lo he dicho a mi madre, me ha parecido que le cambiaba la cara (sí, no he tenido mucho tacto en ese momento). 

Pero bueno, ya lo he hablado, ya lo he soltado todo y creo que puedo relajarme (que lo estoy, y mucho).

Así que doy las gracias a los que os habéis enterado por vuestra preocupación y al resto, tranquilos, que estamos bien y enteros!!


miércoles, 22 de septiembre de 2010

Persona(je)s



Hace poco me inventé un personaje por el mero placer de inventármelo. Más bien, leí algo acerca de un personaje y éste nació. Se hizo a sí misma (pues era una mujer) su físico, su personalidad, su misterio y el querer parecer misteriosa. Solo tuve que escribir lo que me dictó. 

Uno de sus trazos más característicos (y de los que más me gustan a mi) es que lleva pintalabios rojo. Rojo sangre. Es un poco estrella de rock de los 80, con esa melena oscura y despeinada con laca.

Siempre me ha parecido divertido crear persona(je)s. Pones en ellos cosas que te gustan, que no te no te gustan, cosas tuyas, cosas que has visto a otras personas... A veces haces un molde y les añades la personalidad... y a veces cuaja a la perfección. Otras, la gran mayoría, se cargan el molde y hacen lo que quieren. 

Porque un personaje en el fondo es una persona.

(Y las personas, para bien y para mal, siempre nos acaban sorprendiendo).

jueves, 16 de septiembre de 2010

Momentos, recuerdos e instantáneas personales



Llevo tiempo preguntándome con qué nuevo post debo "volver" a postear.

Me hubiera gustado que fuera una novedad, o algo interesante, una ocurrencia, algo original.

No lo es.

A veces pienso que hay tantas palabras que se agolpan en la cabeza que no saben como salir.

¿Todavía sé escribir? ¿Supe alguna vez?
Se me hace raro llevar meses pensando sin escribirlo aquí. Sé que no es una obligación, pero... aún así.

Hace poco decidí hacer un experimento con una persona. En general, solemos criticar más a las personas de nuestro alrededor, a decir en alto sus defectos, las cosas que no nos gustan... pocas veces resaltamos lo que verdaderamente tiene importancia. Desde hace una semana y media nos decimos una cualidad, habilidad o chispa que nos gusta el uno del otro. Va desde "me gusta el color de los ojos", a "la manera en que dices tal palabra" o "cuando haces tal cosa". Si un día te lo saltas, al siguiente toca doble. No valen cosas superfluas, tienen que tener sustancia.

¿Cómo sería el mundo, nuestras relaciones, si todos hiciéramos un poquito esto con todos?

Para mí está siendo todo un descubrimiento y un buen ejercicio.

Es bonito ver, apreciar, sentir los detalles. Pues al fin y al cabo estamos hechos de detalles. 

Me gusta.

Recordando una página de Strangers In Paradise (Terry Moore) del tomo ¿5? Salía Katchoo, hablando de las pinturas que hace, recordando a Francine. Básicamente la pinta solo a ella y cito textualmente:

"mis momentos más personales con Francine eran primeros planos... la curva de una rodilla, una mano que cambiaba que llamaba mi atención...
el arco que hacía su mejilla...
el sol en su pelo
el baile de sombras en su espalda
Estos momentos son como flores recogidas que arreglo en diferentes bouquets y llamo arte
Hoy los momentos todavía están vivos para mí... mañana puede que no sean más que recuerdos. Así que pinto tan rápido como puedo...
Antes de que el bouquet se marchite.
Pintar ayuda. Mantiene las cosas reales. Es lo que no puedo pintar lo que se me escapa y me persigue.
El sonido de su voz.
El tacto de su mano..
El modo en que olía después de bañarse.
De vez en cuando un trazo de estas cosas en otra persona me recuerda que todavía comparo a todos con Francine.
Creo que siempre lo haré."

Creo que lo hacemos todos con quienes nos importan. Personalmente, el significado de estas palabras me parece precioso. Aunque tenga el regusto amargo de la pérdida y el extrañar a alguien.

Pero bueno... mejor que recordar a los que ya no están (que no está mal), mejor disfrutar al 100% de quien sí está :).

A veces es curioso reparar en las cosas que haces, las tuyas, las que apenas das importancia, y ver cómo alguien sí ha reparado en ellas y sí les dan importancia.

Es gratificante.

Es como sentir que no eres invisible.

domingo, 1 de agosto de 2010

Un cuarto



Ala, un cuarto de siglo. Toma ya.

A diferencia de lo que cree la mayoría, para mi fue mucho más traumático cumplir los 23: el terminar la uni y el no saber qué narices te depara el futuro.

Dos años después puedo decir que sigo sin saber qué narices me depara el seguro. (<-- El futuro!! quería decir el futuro!! xDDDD aunque bien mirado, los seguros también terminan dándote sorpresas XD)

Dos años después me encuentro que he conocido a mucha gente nueva, que me aporta cosas buenas día tras día, que he sido maestra, camarera, que estoy a punto de empezar un máster, que he conocido colegas traductores y que estoy aprendiendo a cómo llevar esto que se llama vida, e intentando encontrar las cosas que me hacen feliz.

Si sigo sin trabajo estable como el año pasado, me apuntaré a alguna academia de masajes, y a alguna cosita más de esas que dices "algún día, tal vez, estaría bien que...".

Está jodido esto de aprender a ser feliz por la vida, porque de vez en cuando te llevas buenos palos. A veces para ser feliz o estar contenta hay que pasar un mal trago antes. No me gustan mucho los malos tragos, porque tengo tendencias a ahogarme fácilmente.

No exagero. En uno de mis peores malos tragos me atraganté con mi propia saliva. A este paso voy a tener miedo de quedarme a solas. No sé tragar bien, por lo visto.

En fin... Que ya tengo 25 años. Me ha felicitado una cantidad impresionante de gente. Me siento contenta y eso.

Ayer le daba vueltas a qué narices hacer/estoy haciendo con mi vida.

Hasta que unas olimpiadas de estar por casa me distrajeron.

Reír es una medicina muy buena, y a mi me va la mar de bien. Tengo que recordar cómo me reía yo hace unos años, que tristemente, creo que lo he ido perdiendo.

Cuando recupere mi cámara de fotos (me la olvidé), intentaré poner alguna aquí que sea graciosa :)

Besos a todos!!

martes, 27 de julio de 2010

Blog hackeado


Por si os da tiempo a leerlo, ME HAN HACKEADO EL BLOG.

Si alguien puede y quiere echarme un cable, se lo agradeceré mucho!!!

jueves, 8 de julio de 2010

Yet here we are


Aquí ando, entre curro y días libres. Entre aire acondicionado y calor.

Está siendo una temporada muy curiosa y los días pasan cada vez más rápido. ¿Por qué?

En mi casa alguien tiene fiebre. Pensábamos que este antibiótico le había hecho efecto, pero solo ha estado dos días sin ella. Ya va para diez días, la cosa. No le ven nada.

Sí, estoy preocupada.

Empiezo a pensar que hasta ahora era la lenta subida de la montaña rusa. Ha llegado al pico y rueda veloz e imparable hacía abajo.

Hum. Tengo cámara desde ayer. No tengo targeta SD. Estaban todas en la cámara de Ion. La cámara de Ion lleva desaparecida dos meses.


[ACTUALIZACIÓN: ya tienen los resultados. El mismo antibiótico debería bastar para lo que tiene. Ahora a ver si realmente va mejorando o hay que cambiar. :)]


sábado, 19 de junio de 2010

Ésa sensación


...de que se te olvida algo. Hoy hay algo que no he dicho, algo que no he hecho y algo que tendría que haber hecho "en vez de".

El problema es que no sé muy bién de qué se trata.

Voy a empezar dejando el blog y el feibuk para ir a pasear a Llamp. Y para guardar mis plantitas jóvenes en casa, que está empzando a hacer un viento... me da miedo que se vayan a salir volando :S.


¿Cuántas veces -cada día- nos dejamos cosas por decir, cosas por hacer, y cuántas decimos de más o hacemos que no son necesarias?

Sigo trabajando.

Todo bien.

Salvo el sueño, que tengo mucho.

El otro día, con todo el morro, les pregunté a dos polis por qué llevaban Power Balance y si servían de algo.

Parece que no. Sólo hacen bonito. Corrijo. Decoran.





martes, 1 de junio de 2010

Nervios traidores



Soy de lo que no hay. Estoy nerviosa. Por ir a un lugar al que ya fui el año pasado, con la mayoría de gente con la que ya estuve el año pasado, con los mismos horarios que el año pasado y hasta con la misma fiambrera que el año pasado.

Obviamente, estaré nerviosa hasta que me relaje por vete tú a saber el motivo. Así que no hay que darle más vueltas.

Me voy p'al tajo.

Un beso, gente!




viernes, 28 de mayo de 2010

Cuando la noche acaba


Cuando la noche acaba,
y el Sol aún no ha despuntado...

Bajo la montaña de Montsegur

busca un sendero, cuyas plantas
son plateadas.
Entra y camina en él,
sin hacer ruido alguno.

En el saliente de la roca escarpada

se encuentra un manantial seco.

Si consigues beber agua de él



Lo escribí a los 17. Me he quedado con las ganas de saber qué pasaba si lograbas beber agua de un manantial seco. Seguro que lo escribí después de los días pasados en la ruta de castillos Cátaros que hice el verano de 2002. Qué bonito era Montségur. Recuerdo en especial tres cosas del día en que visité la montaña.

1. Lo bonita que se veía la colina poblada de árboles de delante del pueblecito bajo Montsegur y cómo cambiaban los verdes conforme relajabas la mirada y observabas el bosque.

2. La subida en silencio que hice hacia el castillo. No podía hablar y sentía que no debía hacerlo, por algún motivo.

3. Una mariposa se posó sobre mí, en las gafas de sol, mientras estaba en el centro de la fortaleza en ruinas. Fue algo muy sencillo y mágico para mi.

Creo que me guardaré estas instrucciones y las añadiré en el relato del Guardabosque. Es donde mejor encaja.




PD: Gaston, my book.

miércoles, 26 de mayo de 2010

Las cuatro patas peludas



Estoy triste.

Creo que nunca (o, al menos, muy pocas veces) una comedia me ha hecho llorar tantísimo. Y mira que había ratos que han resonado las carcajadas.

He visto un cacho de Una pareja de tres. Sale el actor Owen nosequé, que muchas veces es pareja cómica del de Zoolander.

Soy fatal con los nombres de los actores.

Nunca me había llamado especialmente la peli esta. Pareja de recién casados con un perro destroyer en casa.

Conforme pasaban los minutos... Me han recordado a cosas que hacía mi perro Llamp (suerte que él es un Cocker Spaniel y no un Labrador, y que es más obediente que el de la peli). Luego Marley, el de la pelicula, se ha ido haciendo mayor. Y me ha recordado a cosas que hacía mi perro Llamp. Luego, Marley, el de la pelicula, se ha hecho más mayor. Con los altibajos de energía-contento-saltos-ladridos y sordera-cansancio-dormir en profundidad y sustos que te dan los perros con la salud cuando se hacen mayores, como mi perro Llamp.

He visto los mismos ojos que pone Llamp a veces.

Cuesta mucho hacerte a la idea de que tu perro, al que has criado y visto crecer, que te ha hecho crecer y visto crecer a ti a su vez, se hace mayor. En que hay momentos en que parece que se vaya a ir. Que van varios sustos.

Aunque quede muy feo decirlo, porque estas cosas no se han de decir, quiero más a mi perro que a muchas personas que conozco. Y sé que cuando muera voy a llorar muchísimo más por él que por tantas otras personas. Me sabrá mal si les pasa algo. Pero...

El perro te da un cariño especial. Te lo da todo, siempre, siempre, siempre. Da igual que estés de mal humor y le hayas gritado, da igual que un día no le hayas hecho demasiado caso, o te hayas ido unos días sin él. Él siempre te espera, te viene contento, te alegra. Siempre lo hacen, siempre. Los que no tienen o no han tenido perro no lo entienden. Es así.

Me he pegado una llorera impresionante.

Peor que cuando vi Un Puente Hacia Terabithia hace dos años.

Soy un desastre. Hace tiempo que tendría que estar haciéndome a la idea de que ya tiene casi trece años (el martes que viene es su cumpleaños), que no va a durar siempre, que es ley de vida... Pero no puedo, porque cada vez que lo intento me pongo triste y lloro. Y cuando me lo ponen por la tele, tal cual, pues... pasa esto. Que termino hecha una mierda llorona.

Hoy he ido al dentista. Y me ha hecho daño. Pero más daño me he hecho yo solo por sospesar la posibilidad de que un día mi perro Llamp seguirá el camino de Marley, el perro de la película.

Recuerdo cuando de pequeño me cabía en la palma de la mano. ¿Os imagináis? Era pequeñísimo. Me lo regalaron cuando tenía dos meses. A veces se perdía por la casa, era demasiado grande para él. Y cabía en cualquier rincón.

Cuando me lo regalaron... creo que fue uno de los momentos más felices de mi vida. Para que os hagáis una idea, llevaba pidiendo un perro desde que aprendí a hablar. Y aprendí pronto.

Me lo regalaron en mi 12º cumpleaños.

Sé lo del ciclo de la vida, sé que llegará el momento, sé que estaré triste y que más vale aceptarlo. Ya lo sé. No hacen falta muchos comentarios aquí al respecto. Pero necesitaba desahogarme.

Voy a darle una vuelta, si es que no se ha quedado dormido y quiere salir.


Besos.





[ACTUALIZACIÓN del día siguiente: ya estoy mejor. He dormido como un bebé, y la muela "dentistificada" se ha portado bien. Como dato gracioso, esta mañana, recién levantada y zombi perdida, he ido a hacer carantoñas a mi perro Llamp. Mi madre me ha preguntado "¿Qué tal el diente?" y yo estaba respondiendo que "bie..." cuando mi perro ha levantado la cabeza y me ha dado un cabezazo justo donde hay la muela damnificada. Ah, dogs, gotta love 'em]

jueves, 6 de mayo de 2010

Castillos en el aire. Además, resulta que no sé escribir.


Y entonces, el Sultán decidió atraparle.

-¡No confiesa! Torturarle. ¡Llevároslo de aquí!- gritó.

-Señor, aunque me torture seguiré diciendo lo mismo pues es la verdad. Yo mismo intenté...

[Prolong prolong Próxima parada Blumblumblu... Próxima parada Blumblumblu...]

Ah. Una parada. Estamos llegando a... hum... ¿por dónde iba?

-¡Torturarle!

Nops.

-... pues es la verdad. Yo mismo intenté...


¿Blumblumblu? ¿Qué ha dicho megafonía? ¿Dónde estoy? Mirada a la derecha. Paisaje conocido. ¡Mi parada!

Así he llegado esta tarde a casa, en el tren. Embebida completamente en la segunda parte de El Castillo Ambulante, El Castillo en el Aire, de Diane Wynne Jones. O algo así. Por ahora me ha encandilado. Estoy en un mundo sacado de las mil y una noches. Mola. Me han dicho que en inglés el lenguaje es una pasada... así que ya sé lo que me tocará hacer.

Acabo de descubrir una cosa. Hasta hace pocos días pensaba que escribir en un Netbook (o Chiquitín) era un asco. Cuando yo escribo en Netbook (o Chiquitín), las palabras que tecleo no paran de moverse por la pantalla. Tan pronto subo una línea o dos y sigo escribiendo en medio de una palabra (borrado/copiar pegar en el lugar correspondiente) como otras cosas raras. Ahora estoy escribiendo en un ordenador portátil normal (laptop). Me ha pasado lo mismo. No sé escribir en teclados de portátil.

Para que os hagáis una idea, queda tal que así. Escribo algo y de rebiendo donde antes ya estaba. ¿Porpente, salta de línea y me sigue escri qué?

Hoy he quedado un rato con unos cuantos amigos en Barna. Ha sido una pasada. Desde luego hay gente que te recarga las pilas solo con estar. Que te alegran el día con una sonrisa. Que te alegran la semana con una palabra.

A veces los tenemos al lado y, por ello mismo no nos damos cuenta del efecto que hacen sobre nosotros. Para los que lo hacéis habitualmente y que alguna vez habéis pensado "jo, a mi no me ha dedicado una entrada", va por vosotros. Creo que en especial se lo dedico a mi madre y a Ion, que están día sí y día también. Tú lo vas a leer. Mi madre, a no ser que se lo enseñe, no. Pero le puedo dar las gracias tranquilamente mañana. Ahora duerme. Tú creo que también te has dormido.

En fin. Que estoy muy feliz de la gente que el "destino" ha puesto en mi camino. Aunque de pequeña apenas tuviera amistades, o gente con la que compartir algunas cosas, o con quienes tuviera una visión similar de la vida o los gustos... o... no sé explicar el qué. Pero ahora están en mi vida. Y eso me parece un regalazo. Estoy contenta de haber conocido a la gente que he conocido.

Sí, a ti también.

Y a ti, que no lo leerás.

O a ti, que dejas comentarios.

O a ti, que me conoces por lo que escribo pero que nunca te has presentado. Lectores invisibles.

Yo también soy lectora invisible de algún blog. Aunque de los que sigo desde hace tiempo (años, en realidad) ya me he "presentado". Ser lector invisible es (sin criticar) ser un poco voyeur. Te asomas a la intimidad de alguien desconocido, una pequeña parte de intimidad que ha decidido mostrar, y la observas y escudriñas desde tu escondite sin ser visto, ni escuchado, ni oído.

En fin. No sé el motivo de que últimamente esté dando las gracias por estas cosas. Pero hay que darlas. Y me apetece hacerlo.

Será que estoy orgullosa de todos los que me hacéis sonreír.

Castillos en el Aire, hace referencia, obviamente, al libro que he empezado a leer esta tarde. También a un poema que escribí hará casi 10 años, cuando iba al instituto, o el verano anterior a comenzar la universidad, que empezaba con algo así como: "Castillos en el aire a punto de ser construidos... Castillos en el aire a punto de ser destruidos....". No recuerdo como sigue. Está en alguna libreta de las mías. O en un documento word. Era de las posibilidades que te surgen en la vida, las historias y sueños que te montas, algunos se solidifican, otros caen. También era un poco de amor.

Era época de crecer y hacerse mayor.




martes, 13 de abril de 2010

Una imagen al día



Pues eso.

Que me pillaré una cámara de fotos nueva (reflex todavía no) en cuanto haya ahorrado un poquitín. Y... me gustaría hacer por lo menos una foto al día. Cada día pasan cosas significativas, a veces son tan pequeñas que nos hacen sonreír en ése momento, y luego ya no las recordamos. A veces, sí. A veces sólo si nos concentramos. A veces son solo momentos fugaces.

Me gustaría ir capturando momentos fugaces de ésos pequeños momentos de felicidad o alegría. O de tristeza. De sol, de lluvia. De música. De órden y desorden.

Estaría bien poder hacer una foto al día.

No de mí misma. A veces, tal vez sí. Una foto al día de algo que haya significado algo.

Hoy... escogería el rato en el que estaba cantando mientras preparaba la comida.

También a mi perro, mirándome con la cabeza torcida, como hace siempre que no entiende muy bien algo, mientras estaba cortando un trozo de pechuga del pollo crudo.

Y creo que un té con menta en el lugar de siempre, mientras me imaginaba un viaje a Londres con una amiga que creo que no podrá ser por ahora.

Si es que ya me lo decía la vocecilla interior. Y ya la escuchaba mientras. Pero es bonito pensar, imaginar, soñar que puedes.

Tal vez no pueda en un mes. Pero veré en directo los cuadros de Waterhouse.

La imagen que pondría hoy sería la portada de El Castillo Ambulante. Qué delícia. Me encantó la peli de Miyazaki y el libro... Ay... :) Estoy contenta. Estoy en una época de leer mucho. Lo echaba de menos.

La canción de hoy es una que hacía días que tenía metida entre cráneo, cerebro y oreja. Hero, de Regina Spektor. Sí, yo tampoco tengo ni puñetera idea de quién es. Pero aparece en la banda sonora de la peli 500 days of Summer. Que por cierto es una maravilla. Creo que es de las mejores que vi en 2009.

Últimamente escribo más en el blog. De ahí a escribir historias otra vez solo hay un paso. Y paso contenta más tiempo. Eso es bueno, ¿no?

¿Qué me estará haciendo cambiar?




viernes, 9 de abril de 2010

¿Quién soy?



Ayer estuve unas horas en Barna. No fue mucho tiempo y apenas avisé a nadie. Era una visita muy concreta que necesitaba.

Pero bueno... que me pasaron un par de cosas que luego me hicieron pensar: "¿Yo soy ésa? No me lo creo". Me di cuenta que, no sé si es por el trabajo personal que voy haciendo, o por trabajar en un restaurante o un poco por todo, me estoy abriendo y soy más capaz de decir algo que pienso en voz alta, a atreverme.

Ayer estába en una librería con una amiga. Estuvimos cosa de ¿50 minutos? ¿Una hora? mirando libros, babeando, riendo y maldiciendo nuestros huesos por no tener dinero y no poder, por ejemplo, comprarme esos tomos en edición especial de The Sandman que cuestan alrededor de 60-90$ cada uno. Ya en la caja, apunto de pagar, oigo a la chica que nos había atendido hablando con un señor mayor... Fueron apenas tres o cuatro frases... ¿Qué libro me recomiendas esta semana? Ya me lo he leído. ¿Este? ¿Seguro?

De repente, no sé si oí el nombre primero, o vi la portada, o fue el libro que me llamó. Sólo sé que me giré, la chica tenía un libro en la mano, a punto de dárselo al señor cuando, me vi alborozada con un grito en la boca: "Estelibroesmuybueno,selorecomiendo,noledecepcionará". Ala, así, todo junto.

Lo notable, es que hace meses me hubiera estado un buen rato debatiéndome entre: "se lo digo o no se lo digo". Si escogía hablar, a) era muy tarde y ya se estaba yendo, o la oportunidad se había ido, b) me miraban de modo raro y pasaban de mi o me decían algo que hicierea que me cortara un huevo y quisiera que la tierra me tragara. Si no decía nada, seguramente después pensaba que porqué no habría dicho nada, que mira que era cortada. La diferencia es que ya no estuve dudando. Dije lo que pensaba de modo rápido, instantáneo.

Se me quedaron los dos mirando, en plan WTF? por la sorpresa. El hombre empezó a bromear, que si leía mucho, que si cuantos libros leía al día. La mujer diciendo que claro que sí que leía (no me conocía, pero bueno, había que vender xD), que si el otro me tomaba el pelo... Total, que el hombre compró el libro. Lo convencí en mi momento de "¡¡¡tatachán!!! Cómpre ud. el libro".

Al pasar por mi lado, antes de salir de la tienda, se para y me dice: "Oye, ya he comprado el libro, me has convencido... pero, ¿de qué va?" Yo me quedé de piedra. Vamos, pensaba que ya se lo habían explicado antes o algo. En ese momento fue como si se me despertara la labia, la persuasión, la pasión por algo y todo mezclado con palabras escogidas, adecuadas y bonitas. Le dije en cuatro palabras lo que era. El hombre se sorprendió, me dijo que muchas gracias por la recomendación y que a ver qué tal. Yo le dije que disfrutara de su lectura. Y se fue. La chica dijo que muy bien explicado.

Era el Nombre del Viento, de Patrick Rothfuss.

Después, con todo el morro... me acerqué a ella y le pregunté si no contrataban a gente en la librería. Me dijo que no :(. Después le dije que qué había que hacer para publicar en su editorial. Dijo que eran muy especiales a la hora de publicar, que sólo lo hacían con tal género, y esto y lo otro... Pero que por intentarlo, que no fuera, que les mandara un manuscrito. Me dio una targeta, escribió dos nombres detrás y unos teléfonos. Pregunta por ellos cuando los llames.

Y me quedé tan pancha.

Hay gente que es capaz de hacer esto en todo momento. Para mí fue como si superara una montaña. Como un "estoy empezando a convertirme en lo que quiero ser, a mostrarme". Poco a poco, parece que las vergüenzas y timideces de antaño se van convirtiendo en otra cosa, o van desapareciendo. No pasa nada.

Estoy bien. He hecho lo que quería hacer y no ha pasado nada. Sonrío y soy feliz.

Y me imagino con un libro publicado bajo mi brazo. De esta editorial o de otra... pero con mi nombre en la portada y el lomo, con una breve biografía en la parte de atrás.

Y por algún motivo no me parece imposible.

martes, 6 de abril de 2010

Cada matí és un regal



Vamos, cada mañana es un regalo. Lo vi el sábado pasado en el casco viejo. Una pared pintada de azul marino, y sobre ella, en blanco, estas cinco palabras. Me gustó tanto en ese momento que le hice una foto con el móvil y me lo puse de fondo de pantalla.

Tendré que volver cuando haya más luz, porque se ve oscuro.

Pero bueno. Últimamente me estoy tomando la vida con este lema... y la verdad es que mola. Es bonito, ¿verdad?

Hoy estoy cansada pero alegre... y me parece...

Me parece que ya ha pasado demasiado tiempo de estar a la expectativa de "a ver si sale algo". Estoy cansada. He buscado y rebuscado y no aparece nada. Vale. No problem. Opción B, dejada de lado porque "primero quiero trabajar y ahorrar". No puedo ahorrar mucho porque apenas trabajo. Bien. Vamos a visitar a los bancos, a ver qué créditos de estudiante me ofrecen. Voy a investigar universidades a fondo. Voy a ver másters y postgrados de la traducción. No tengo muy claro donde voy a terminar, pero sí tengo claro dónde no. Estoy muy bien ahora, es... cómodo, no lo neguemos. Pero ¿es lo que yo realmente quiero? No. Así que voy a investigar mi otro camino, a ver por donde me lleva. Igual de repente encuentro trabajo de algo que me gusta más o que se acerca a lo que yo quiero hacer y toca cambiar de tornas, pero mientras tanto... ¿por qué no? Igual no encuentro curro, precisamente, para hacer esto, porque si lo tuviera, no podría dedicarme a ello.

Cada mañana es un regalo. Voy a regalarme la vida. Voy a hacer lo que quiero. No, lo que Deseo. ¿Que luego cambia? Bien, todo cambia en el mundo. Hasta las estrellas.


La verdad es que no sé de donde me ha venido estos días de ¿... "iluminación"? James Joyce lo llamaba "epifanía". Una comprensión repentina de la esencia o significado profundo de una cosa, según la Wiki. Creo que esa noche de la pared azul, ése momento, fue una epifanía para mí. Y se ha estado fraguando a ratos.

Y hoy... ¡puf! Ha salido.

Iré a buscar el título de filología, que ya lo tienen. Iré a la biblio, a mirarme libros de inglés para prepararme algunas clase a adultos. Y seguiré con la investigación de másters y préstamos. Y... empezaré a hacerle click a "enviar más información".

Voy a contárselo a mis padres.


martes, 23 de marzo de 2010

It's been a while...



... o lo que es lo mismo: hace ya un tiempo.

Cada vez lo digo más frecuentemente. Señal que he de ponerme más por aquí. No como obligación ni como una especie de "eh, miradme todos, leed lo que he hecho", sino más bien como un... no sé... ¿lugar donde irme mostrando?

Dicen que Jack El Destripador dijo una vez: "vayamos por partes", y yo le tomo la palabra.

Parte 1.
Glastonbury. Un Viaje de Ida y Vuelta.
Muy brevemente (en tres palabras): Fuí. Hablé. Volví.
Brevemente (en unas cuantas palabras más): Fuí y fue estupendo. Hablé a todas horas, hasta en sueños. Y volví a casa con ganas de subirme a otro avión y quedarme un tiempo.
Versión Inanna: Estoy muy agradecida por la oportunidad que me brindaron mis amigos de Rhiannon Arte Celta (pronto abrirán de nuevo la página, estad al loro), Graci y Rob, de poder ser la traductora oficial del curso que hizo Graci en Glastonbury, y la traductora extraoficial fuera del curso a todas horas con la gente de por allí. Sigo feliz por haberme encontrado con algunas personas maravillosas que no conocía y que, espero, continuen en mi vida en el futuro... Y por haberme reencontrado con algunas otras que ya considero amigos. El viaje valió mucho la pena. Apenas tengo fotos, lo que es una buena señal, porque significa que estuve tan absorvida durante todo el tiempo, que no me dio tiempo a hacer. Y eso que cuando saco la cámara soy imparable, ya lo sabéis. Ese viaje viví mucho. Perdón: VIVÍ, así, con mayúsculas. Espero ir aprendiendo a VIVIR, también así, en mayúsculas, en mi día a día, a pesar de que las cosas no salgan como yo quiero.


Al fin y al cabo venimos aquí para vivir... pero puedes vivir a secas, o VIVIR en mayúsculas, disfrutando todo lo que puedas, viviendo los momentos felices y los tristes, y sabiendo salir de estos últimos cuando toque.

Además, me gustaría poder recorrer un viejo camino de hadas que hay en la localidad, en el atardecer o en el amanecer... Quién sabe, ¡igual aparezco en otro lado!

Parte 2.
Mi curro/falta de curro.
Tengo trabajo y no tengo. Tengo trabajo los fines de semana, de camarera. Lo cual no está nada mal, teniendo en cuenta que yo no tenía experiencia en bandejas, pedidos y en servir. En gente maja y gente estúpida, sí. De hecho está superbien por el tema de que me dejan libre ese fin de semana al mes en que desaparezco entre las montañas de Euskadi para aprender a "VIVIR", donde me reúno con gente estupenda, a muchos de los cuales empiezo a considerar amigos, y me siento contenta de haberlos podido conocer.

No tengo curro de algo que verdaderamente me guste y que se parezca un poco a lo que yo quiero hacer. No paran de llegarme ofertas de enseñanza, tanto en coles, como en academias o de clases particulares. No sé si estoy enviando el mensaje correcto al universo... pero creo que fui muy clara con lo de "clases, no más, gracias". Tendré que re-redactar el anuncio otra vez, por si acaso.

Parte 3.
Salud.
Mi salud está más o menos bien, dentro de lo que cabe. De vez en cuando agarro algún resfriado si en ese momento en que tengo un pelín de frío no me tapo lo suficientemente rápido o me digo "bah, no pasa nada". Es por ello que siempre voy cargada como una burra.

Hay gente que me rodea que no tan bien. Suelo preguntarme cómo evolucionará todo. Si una de las tres piezas falla, recaerá siempre sobre solo una.

Parte 4.
Amigos.
No tengo ganas de que esto se convierta en un "tú sí, tú no, tú..." ni nada parecido. Así que solo daré las gracias. Por haberos conocido (aunque algunos jamás vayáis a leer esto), por haber aprendido algo de vosotros, por estar, por lo que aprendí de vosotros si ya no nos vemos, por haberme hecho sonreír. Porque ahora, del tema amigos, estoy la mar de bien, la verdad. Y ojalá que siga por mucho tiempo. Porque no me siento sola. Y es una sensación muy agradable... a la que me he acostumbrado. Espero no tener que desacostumbrarme.

Parte 5.
Juego de vida.
Este fin de semana jugamos a un juego. Te imaginabas que eras un explorador de una isla. En diferentes partes de la isla aparecían los guardianes de esa zona, que para dejarte pasar, te proponían un enigma o dilema. ¿Estás de acuerdo, sí o no? ¿Por qué? Parece un juego de entretenimiento o de rol. Pero va más allá. En algún momento aparece tu lado más quebradizo. Como si fueras caminando por lo que piensas que es una carretera bien asfaltada y de repente te encuentras enmedio de un río congelado que se ha empezado a agrietar. El juego es más bien un juego utilizado por psicólogos (estoy casi segura, pero tendría que preguntarlo a una amiga para ver si realmente lo utilizan), para descubrirte a tí mismo.

Una de las cosas que me quedé pensando posteriormente a raíz de todo ello es... (atención, preparaos para la rallada del día)...
Por un lado, llevo un tiempo tratando de mostrarme tal y como soy al mundo. "Tal y como soy", me refiero a la parte de mí que conozco conscientemente, todos sabemos que es muy difícil (e incluso duro, añadiría) conocerte del todo a tí mismo. Me gusta el esfuerzo de ir siendo cada vez más transparente. A veces te puede hacer más vulnerable... pero creo que vale la pena, porque realmente a la larga te hace más fuerte, porque te reafirmas (o algo así). Por otro lado, no puedes gustar a todo el mundo... pero eso es otro tema. Hubo una respuesta de una persona, a la que creo que ya llamo amiga, que era algo así como... Al mostrarte tal y como eres, tienes miedo de que gente a tu alrededor descubra cosas de tí mismo que no te gustan.

Y es cierto.

A veces, viendo las personas que han ido pasando por mi vida... viendo cómo son, me pregunto qué hacen con alguien como yo, qué ven en mi. En un manga/anime, llamado Fruits Basket, hay una frase que recuerdo en situaciones como esta. "Es porque están en la espalda. Las ciruelas (o complementos más ricos) de las bolas de arroz se encuentran en la espalda de éstas, por lo cual piensan que sólo son una bola de arroz blanco, sin nada en especial, mientras que ven las espaldas de las otras bolas de arroz con ciruelas, algas o lo que sea." Es como decir: tú mismo nunca te vas a ver como te ven los demás; no verás tu algo especial.
Algo especial o diferente debo de tener para atraer a algunas personas... no sé el qué. Pero por ello me siento afortunada por ello.

Quería seguir escribiendo de algo más, pero no lo recuerdo... Mejor, así queda esto más corto y tengo temas para más adelante :).

Besos... y gracias por seguir ahí.


Día a día.


[EDITO: Últimamente no paro de escuchar esto... ¿será que me siento identificada? En todo caso... es la canción del final de A Dos Metros Bajo Tierra, Breath Me de SIA. Una pasada. ]



jueves, 25 de febrero de 2010

viernes, 12 de febrero de 2010

Fluir, respirar, vivir y ser feliz



Nada se está quieto eternamente. Incluso las estrellas, que a nuestros ojos pueden parecer viejas e inmutables, y aún así conservan su brillo y hechizo, llevan siglos de cambios. Sólo a veces podemos ver en "directo" uno de sus cambios, que ha tardado tanto en llegar a nosotros.

Creo que últimamente se van sucediendo pequeños cambios en mi vida. Un trabajito de fin de semana que me ofrece flexibilidad, algunas traducciones que llegan, las ganas de escribir que vuelven... e incluso un pequeño paréntesis que me hace tremenda ilusión y que parece un regalo. Es curioso... de un tiempo a esta parte, he tenido pequeños anhelos y deseos, o caprichos callados, que no he contado a nadie... Y todos ellos han ido ocurriendo.

Hay quien piensa que son simples casualidades.

Hay quienes creen que somos fichas de ajedrez movidas por una mano invisble.

Hay los que piensan que nos escuchan, que nos traen lo necesario para nosotros en cada momento, que nos premian cuando decidimos aceptar el camino en el que estamos, nos guste o no, hasta que sea el momento propicio para realizar todo aquello que queremos hacer.

También hay los que creen en que si deseas algo mucho, mucho, mucho en tu interior, se acaba haciendo realidad.

O, como dice Loquillo, "la vida te dará lo mismo, lo mismo que tú le des".

Pienso que es un poco de todo. Más de causalidad que de casualidad, eso sí. Aunque nunca me he imaginado como una ficha de ajedrez. De todas formas... hay ocasiones en las que te emperras en querer hacer algo... y no paras de encontrarte trabas en tu camino, molestias que van creciendo, hasta que llegas a un punto en el que estás infeliz o el proyecto se ha hecho añicos. O tú, por testarudo y por no escuchar. Hay otras en las que, no sabes bien por qué, ves que todo funciona, todo fluye, todo va bien. Para mí eso es parte de saber escuchar a la vida. A veces solo es necesario parar un rato y dejarte llevar, y entonces ves que ¡pluf! todo va estupendamente. Pero para llegar a ese punto, muchas veces nos hemos quedado agotados de nadar a contracorriente.

Es complicado saber cuándo toca luchar para conseguir algo de un modo constructivo, y cuándo lo hacemos por simple cabezonería. Si nos miramos de lejos, estoy segura que sabríamos apreciar la diferencia. Pero siempre estamos demasiado entrometidos para hacerlo.

En fin, que estoy contenta por el pequeño "regalo" o "capricho" o "alegría" o "premio" que se me ha ofrecido. Me hace feliz.

Estoy feliz.

Y además, acabo de encontrar una canción preciosa de Lisa Gerrard que no conocía. Tendré que hacerme con sus cds...



Y ahora, es hora de dormir, de leer y de soñar. Y no necesariamente en este orden ;).


sábado, 23 de enero de 2010

Pilgrim


Pilgrim viene de "peregrino", del latín peregrinus. Según la RAE (entre otras):

1. adj. Dicho de una persona: Que anda por tierras extrañas.

2. adj. Dicho de una persona: Que por devoción o por voto va a visitar un santuario, especialmente si lleva el bordón y la esclavina. U. m. c. s.

3. adj. Dicho de un ave: Que pasa de un lugar a otro.

4. adj. Dicho de un animal o de una cosa: Que procede de un país extraño.

5. adj. Extraño, especial, raro o pocas veces visto.



Me quedo con la primera, la tercera y la quinta.

La primera porque era mi deseo o mi sueño hace años. Tal vez lo sigue siendo, pero de un modo distinto. Cambiamos mucho a lo largo de los años. Cambiamos por las decisiones que tomamos, por la gente con la que vamos, con la que dejamos de ir y por las circunstancias que nos llevan por la vida. Me doy cuenta de lo mucho que he cambiado. Hace años no me hubiera costado mucho desprenderme de bastantes cosas que rodean mi vida e irme. Porque era mi deseo: irme, para descubrir y vivir cosas nuevas, salir de una jaula, así como huir de ella. Ahora, las cosas como sean, sí me costaría mucho. E ir por ir, prefiero ir lejos, a lugares que me han robado el corazón. Si llegara el caso, sí, tendría que sopesarlo detenidamente.

La tercera, porque las aves migratorias me fascinan. Especialmente las golondrinas, tan alegres con sus chillidos a primera hora de la mañana y última de la tarde. Las golondrinas vienen por parte de mi abuela materna y mi madre. Yo las veo como un sinónimo de libertad.

La quinta, claro está, es porque soy rara, extraña. Aunque cada vez me siento menos extraña, desde que he encontrado gente que es afín a mí. Ya no me siento tan rara como antes, hace años. Era el resto y yo. Y poco a poco, en los últimos años, he ido encontrando personas que son poco comunes y que, gracias a ellas, han hecho que me sintiera menos sola. (Aunque yo siga siendo rara, extraña y original. Me viene por nombre y por personalidad).

Hace años "Pilgrim" me iba como anillo al dedo.

Ahora tal vez no cuadre tanto con las acepciones de peregrina como hace tiempo. Pero Pilgrim sigue siendo una parte de mí. Sigo siendo yo, aunque haya cambiado tanto. Y creo que Inanna Pilgrim es el apodo que mejor me puede definir, el que capta la mayor parte de mi esencia.

Lo que me da miedo... creo que es retomar ese peregrino que hay en mí. Porque sé que si lo retomo, lo haré con más fuerza que la que tenía antes. Y que si lo hago me alejaré de muchas personas, cosas y lugares queridos para mí. No sé si estoy preparada. Me da miedo, sí. Creo que solo sería capaz de hacerlo en dos circunstancias y ninguna de las dos me gustan. No me preguntéis por ellas, porque me gusta tener mis secretos.

miércoles, 20 de enero de 2010

Sigo ahí



Pues aquí andamos... empezando el año "normal", con concurso de AK-WAR y convocatoria de AK-Relatos...

¿Cosas nuevas? Más bien pocas. Pero aquí seguimos, escribiendo, re-re-retocando relatos, traduciendo, buscando curro, empezando a rebajar bastante las expectativas laborales... tratando de mantenerme lo más a flote que puedo :).

Pero bueno... pronto más y mejor! Ahora os dejo con dos openings rescatados una tarde-noche de sábado llena de 80s y 90s... ¿A ver a quién le suena...?




y....


(he descubierto que el grupo se llamaba Exchange y la canción es Where The Truth Lies. Personalmente me encanta y hace que se me ponga la piel de gallina).

lunes, 4 de enero de 2010

Satisfacción


Esta tarde he quedado con mi amigo Miki. Llovía, la mayor parte del tiempo no mucho. Hemos ido a las paraditas de artesanías de mi ciudad. En ella hay una que venden aceites esenciales, perfumes y cremas naturales. Artesanía de verdad, y con plantas de verdad: desde rosas y lilas o musk hasta bergamota, cedro, sándalo o vetiver. Me gusta mucho porque cuando vas a hacerte un perfume, ya sea para tí o para regalar a alguien, te preguntan cosas, desde el nombre, la edad, la profesión... es un poco como la chocolaterie de Chocolat. Me he llevado un preparado de aceites "de bosque" para quemar en casa. Lleva vetiver, pino, menta y algo que en catalán se llama "verdet" cuyo equivalente en castellano no he sabido encontrar. También querían ponerle ciprés o cedro, pero ya no les quedaban. Me he comprado un tarrito de aceite de rosa. Mmmm... qué bien huelo, y cómo me relaja. Trabajan tanto en temas de aromaterapia como de piedras, cremas, remedios naturales. Tal vez en el futuro harán talleres. Mañana es el último día.

Nos hemos tomado un té con menta en el Sáhara, una tetería con un dueño muy agradable y un té... uf... no tengo palabras.

Charla agradable, paseo... y para finalizar la exposición de Mucha, que ya está en sus últimos días. Pensaba que era hoy, pero no.

Lo he disfrutado muchísimo. Entre el olor, la compañía de Miki previamente y el té, y luego mi adorado pintor... ha sido un momento completo. A ver si me escapo otro ratito un día de estos. Me encanta observar las obras ya finalizadas, porque son... en fin, es Mucha. Pero los estudios, los sketches, los trazos impresionantes... me encantan. A veces me acerco hasta casi tocar la nariz con el cristal que me separa del papel que el maestro tocó algún día y trato de aprenderme de memoria las manos, la silueta, la mirada, el pelo... Me pierdo en esos trazos. Lo miro como si fuera una de esas entendidas de arte o como alguien que sabe dibujar y busca posturas o maneras de plasmar la realidad en el papel como hizo él. Sí, es uno de mis pintores favoritos. Y es curioso. Hasta hace unos años Mucha no era muy famoso... y de un tiempo a esta parte todo el mundo parece conocerle. ¿Será una moda? Igual que con Klimt.

Una de las cosas que tengo pendientes es ponerme a estudiar historia general (pero en plan guay, como Juan Antonio Cebrián) e historia del arte, que nunca hice. Y un poco más de literatura no me vendría mal... ¿Seré capaz de terminar de leer todas aquellas novelas y obras que se quedaron a medias en mis años de universidad? Pobre Austen, no logró encandilarme. Y casi muero en el infierno en las Cumbres de Brönte.

Hoy me ha empezado a gustar una canción de Mecano que canté la semana pasada y que no me gustaba...

Quise cortar la flor más tierna del rosal, pensando que de amor no me podía pinchar, y mientras me pinchaba me enseñó una cosa: que una rosa es una rosa, es una rosa. Y cuando abrí la mano y la dejé caer, rompieron a sangrar las llagas de mi piel...

domingo, 3 de enero de 2010

Dos mil diez, veinticinco, cinco...



Sigo sin estar muy inspirada. Desde que escribo y navego desde el chiquitín que no me inspiro tanto a la hora de escribir. Será por el tamaño de la pantalla. O por el del teclado.

Anoche volví de las tierras norteñas. Pasé cuatro días estupendos y... por algún motivo mi habitación huele a detergente y se me mete el olor en la cabeza. ¿De dónde saldrá? Qué pestazo. Pues bien... vi a bastante gente a la que tenía ganas de ver, conocí a gente nueva y me quedé con las ganas de ver a otros tantos. No se puede tener todo en esta vida.

Cuando volvía decidí ponerme el primer capítulo de A dos metros bajo tierra. Sólo que yo me hago un lío entre el título en castellano y en inglés (Six Feet Under) y la acabo llamando "a seis metros bajo tierra"). Y claro, así el otro día no la encontraba. Pues bien, andaba yo tan feliz, en clase preferente del tren (la turista se había agotado y viajé 5 horas y media por 27 €), rodeada de gente y con una chica de origen hebreo (a juzgar por el libro que leía y por lo que hablaba por teléfono) que al dormir hacía contusionismo yogui (tendríais que haberla visto: pierna izquierda en el suelo, ella hecha todo un ovillo-posición fetal y pierna derecha doblada sobre la bandeja-mesa enganchada al asiento delantero rodeando el libro. Lo dicho: impresionante. Y no se despertaba la muy jodida), pues entonces ¡zasca! escena de sexo totalmente gratuito sin dejar nada para la imaginación. Y no era una escena de esas que duran diez segundos y ya, no. Lo menos un minuto y con diálogo. Que dices ¿y qué? Pues a mí sí que me da qué, lo que pensará el resto. Que soy una cortada para ciertas cosas, que en el tren también viajan niños y con las pantallas de los ordenadores se ve todo lo que haces: escribir, consultar el correo, ver una peli, ver una porno... Sexo en Nueva York es una serie que me gusta mucho, pero que no me pondré a ver en el tren. Salvo que con esta serie ya espero que haya escenas de sexo, pues una parte importante de ella está basada en las relaciones de las protagonistas... Pero no me lo esperaba de una serie sobre una casa mortuoria. Me esperaba muertos, familia, romance pero no sexo explícito a 20 minutos de empezar el capítulo. Fue raro. Muy raro.

Por otro lado y cambiando radicalmente de tema... Siempre me han gustado los niños, incluso cuando era señu (me gustaban los buenos y traviesos, no los cabrones hijos de... su madre). Pero me estoy empezando a dar cuenta de lo que supone tener a un niño de verdad. Será por tantos embarazos y partos durante los últimos dos años en mi entorno cercano. En vez de aumentar mi instinto maternal han hecho que huya. Me pregunto si algún día volverá. Antes era capaz de hacer "aaaaaapuchipuchipuchiiiiiiii, ¿quién es el más guapo/a? ¿qué ha pasado? ¿tat?" con una voz aguda, similar a la que utilizo cuando hago carantoñas y mimitos a mi perro o a cualquier otro animal mono que se cruce en mi camino. Ahora siento que les hablo como un adulto. Que sí, que antes también lo hacía para explicarles las cosas. Pero ahora parece que lo hago más. Creo que me está cambiando el chip. Soy una proyecto de madre defectuosa. Me gustan los niños, pero ya no se me cae la baba con ellos. No sé si será por ver tanta baba.

Cambiando nuevamente de tercio... He empezado un libro recomendado por la tata Chari (de El Rincón Mágico de las Tatas), titulado "Mi amigo árbol". De momento me gusta muchísimo, y a la que consiga un teclado más grande copiaré algún fragmento.

Hablando de fragmentos... Próximamente subiré algo que tal vez os haga sonreír. Texto. Antiguo. Impresionante.

En fin... feliz dos mil diez una vez más... el año en que cumpliré 25, y mi blog 5 (aplausos por mi constancia xD)... el año en el que espero encontrar trabajo.





Me has oído, ¿verdad, universo?

¿Hola?