miércoles, 30 de enero de 2008

Hurgar

Hace un rato me he sorprendido pensando en esta reflexión... Resulta que a mí me encanta rascarme los granitos, si hay alguna picada de mosquito o algun pequeño bultito de esos en la piel, que son como secos. Y lo mismo con algunas personas (muy cercanas tienen que ser para que me atreva a hacerlo, eh? Podéis estar tranquilos xD). Pues eso, que puedo estar hurgándome consciente e inconscientemente pequeñas heriditas o cualquier cosa que tenga en la piel y acabar haciendo sangrar la zona... ha llegado casos en que me ha quedado una bonita cicatriz en su lugar. Con lo cual, me ha llevado a pensar... que me "guste" o que tenga la manía de toquetearme las costras que tengo en la piel es un reflejo de que me "gusta" o tengo la manía de hurgar en las propias heridas que tengo a nivel emocional...

Lo cual no deja de ser inquietante. Y la verdad es que le encuentro mucho sentido. Curioso.

Es una tontería que debería reservarme para mí, pero lo pongo aquí para acordarme de que no debo hacer ninguna de las dos cosas.

Por lo demás, muy bien. Ya vuelvo a estar buena... lo cual es una alegría. ¡Por fin podré dejar de tomarme media farmacia para curarme! Incluso, lo cual es extraño, tengo un mínimo de ganas de ir a clase. Supongo que por alguna asignatura que me puede parecer interesante, o por algunas personas... o porque es el último cuatrimestre que estamos todas. Bueno, casi. Hay quienes se quedan de Erasmus. 4º fue muy bonito. Tal vez de los mejores años. En fin, que pronto haré otra actualización y hablaré de algún lugar de Dublín donde iremos. ^^

Besos!!

lunes, 28 de enero de 2008

Días de enero

[AVISO: El texto a continuación es ficción. Tenedlo en cuenta]

Los días de enero se fueron sucediendo rápidamente, las horas, los segundos, los suspiros se escurrían de las manos como si tan solo hubieran sido aire. O ni eso. A cada segundo que no mantenía la cabeza ocupada le volvía una y otra vez la conversación que mantuvo dos días después de comenzar el año. ¿O tal vez fue el tercero? Tanto daba. Solo fueron dos frases, una docena de palabras. Su mente volvía una y otra vez a ese momento, como si de un flashback se tratara y ella, la mente, fuera nada más que un disco rayado que repite, una y otra vez, la misma melodía, como si fuera la primera vez que la escuchaba.

Pensó que se acostumbraría a esas palabras. Pensó que, con el tiempo, tal vez dejarían de dolerle, que lo aceptaría y podría dar una respuesta. Pero los días del primer mes del año se fueron sucediendo y eso no pasaba. A ratos la invadía una furia descontrolada, tenía ganas de gritarle, de que sintiera por un instante todo el daño que le había hecho. En otras ocasiones se sentaba, o se quedaba de pie, y le caían lágrimas y lloraba en silencio. Finalmente, y no sabía cómo, solo empezó a llorar por un ojo: el izquierdo. Como una profesora dijo, el izquierdo era el lado de la luna, de las mujeres y, por tanto el de las emociones, que son la parte oscura, desconocida y descontrolada de una persona.

El derecho, pensándolo bien, sería el ojo de la lógica y el raciocinio. “(Él) Piensa esto”, dice. “No lo vas a poder cambiar. No le des vueltas. Haz cosas que te gusten y sé feliz”. O tal vez estuviera rabioso y por eso no lloraba, aunque la rabia es una emoción. ¿Quién sabe? ¿Alguien ha sido alguna vez un ojo?

Los días, como he dicho, fueron pasando. Demasiado rápido para su gusto. Su cuerpo, acorde con su estado de ánimo, parecía no querer curarse. Quien alguien estuvo en su momento con fuerza, optimismo y vitalidad, ahora carecía de color en las mejillas, la piel ya blanca empalideció aun más, moverse costaba un esfuerzo titánico. Tenía ganas de volver a sonreír de corazón a la vida, pero solo se atrevía a mirarla tímidamente por la ventana. Pensó en irse a otro lugar. Tal vez así fuera feliz, pero eso sería una huida. Y los fantasmas te persiguen allá dónde vas. Puedes huir de ellos por unos días, en unas vacaciones, pero más tarde o más temprano, habrás de volver a enfrentarte a ellos.

Es triste oír el rechazo de alguien a quien siempre has querido, que siempre creíste que te querría. Alguien que, desde que tienes recuerdos te dijo que te quería. Es duro, porque aunque llevabas años sin oírselo decir, sabías o creías que no cambiaría. “En el fondo me quiere” dicen las mujeres maltratadas después de que su marido las haya apalizado. “No lo hace queriendo, es que… estaba de mal humor. Pero me quiere”. Nadie le había dado una paliza jamás. Pero sentía una extraña cercanía con esas mujeres, porque ella, también, pensaba que en el fondo, por más cosas que dijera, la quería, que en el fondo la aceptaba como era. ¿Cómo se sentirían? ¿Qué pensarían las mujeres que han sufrido malos tratos, si su pareja después les dijera que no, no las quieren?

Probablemente se enfadarían, con él y consigo mismas, se hundirían, por él y por sí mismas, llorarían, gritarían, se sentirían perdidas. Algunas, incluso, puede que cogieran sus cosas y se marcharan. Otras, seguirían, sin sentido, con su vida: los palos de vez en cuando, y las caras felices delante de los amigos. Solo que no tendrían consuelo. No las quiere. ¿Por qué seguir con ello? ¿Es que hay momentos en que necesitamos sentirnos engañados para seguir con nuestras vidas? ¿Autoengaño, esa es la respuesta?

Como otras muchas antes que ella, por causas distintas, se sintió perdida. Se planteó el rumbo de su vida, los años dedicados a algo, o alguien que no fue lo que ella esperaba que fuera. Pensó en no volver a esperar nada de nadie, que los que tuvieran algo que ofrecerle, lo harían libremente. Tal vez de este modo podría aceptar a todo el mundo y no tendría desengaños.

Salió de casa, a eso de las tres de la tarde. Hacía bueno. El sol brillaba con palidez y apenas calentaba el rostro descubierto. Era sol invernal. Caminó, esperando que se le aclararan las ideas y que el salir a tomar el aire fuera el principio de algo más, como tomar una decisión. Pero al final solo pudo caminar, pues la mente, cansada, fue incapaz de pensar.

Terminó, hora y media después, sentada en una playa, sin nadie más alrededor. Solo granos de arena y agua salada. Miró a la lejanía y se sumergió con la mirada entre las olas embravecidas. Y descansó la mente. Acalló los fantasmas. Se calló a sí misma. Durante unos benditos minutos no fue nadie ni nada.

Los gritos de unos niños en la distancia la volvieron a la realidad. Seguía sentada sobre la costa. Con pereza se levantó y se sacudió, también con pereza, la arena que cubría el abrigo. Con dificultad, fue andando hasta llegar al pavimento de la calle y caminó hacia la casa donde vivía.

¿Se engañaba? No. Pero no podía hacer otra cosa por el momento. Entró. Saludó. Sonrió a todos como siempre hacía, fingiendo que no pasaba nada. Evitando una mirada, unos ojos escrutadores. No permitiría, bajo ningún concepto, que esos ojos vieran una lágrima más derramada por la misma causa.

En silencio, se sumergió en su mundo de palabras, de lecturas. Mañana será otro día, pensaba. Mañana tal vez lo vea distinto. No falta mucho para el mañana…

(Inanna - 28/1/08)

domingo, 27 de enero de 2008

Asterix

He crecido con Asterix, Obelix e Idefix a mi lado. Desde que tengo uso de razón estuve viendo las películas que echaban por la tele del galo, especialmente en fechas navideñas o pidiendo a mis padres que pusieran el VHS. A mi 6º cumpleaños mis padres me regalaron algo maravilloso: un cómic de Asterix (si no recuerdo mal era El Hijo de Asterix en catalán). Desde entonces fueron cayendo el resto... creo que solo me queda por conseguir uno de la colección Goscinny-Uderzo. Los últimos que ha hecho Uderzo solo no son lo mismo...

Pero bueno, que tengo una notícia. Por fin he descubierto quién canta la canción del inicio y del final de Asterix en Bretaña... Ahora solo me falta encontrar la letra y tenerla en mp3...

Tuturuviriu tut turuviriuuuu tut turuviru


lunes, 14 de enero de 2008

Maquinaciones estudiantiles

Esta tarde he recibido un mail de una amiga-compañera de clase pidiéndome los apuntes de una asignatura que hice hace unos años. De modo que, ni corta ni perezosa, he ido a buscar dichos apuntes... Pero hay un problema que no recordaba. Y es que guardo los apuntes en carpetas y archivadores. En el caso de los archivadores hay el curso, el cuatrimestre y el nombre de las asignaturas en el lomo, peor no en las carpetas. Tampoco recordaba si dichos apuntes estaban en carpetas o archivadores. Ni el lugar. Ya os podéis imaginar a Inanna en el suelo de su cuarto desmantelando la parte de abajo de las estanterías de libros, donde guardo las carpetas y archivadores... Tengo un par para los apuntes de bachillerato... pero de la uni, suelo tener dos archivadores por curso. Por lo que he podido comprobar y contar, de estos 5 años de filología inglesa he amontonado: 4 carpetas, 3 tochos (de 4 dedos cada uno) de fotocopias de un par de asignaturas (están en sobres de copistería) y unos 6 o 7 archivadores. ¿Dónde está la asignatura en concreto? Total... un rato después de abrir y cerrar carpetas y mirar lomos de archivadores he terminado en la mano con: 3 resultados de prácticas de una amiga ahora (entonces compañera) que recogí cuando estábamos en 1º de carrera y éramos seres despreocupados y felices (o algo). 4 años después siguen en mi poder. He encontrado una carta de 12 páginas de mi amiga Nur a su entonces novio Hugo. Las tenía que escanear y mandárselas por email. No lo hice porque Nur le llamó unas horas después de darme la carta y le contó toda la historia, y me dijo que no era necesario. La carta tendrá también 4 años... tal vez 5, porque ella aún no se había ido a Colombia ni se había casado. Finalmente he encontrado una especie de "Declaración de los derechos de los estudiantes" que estaba preparando mientras me aburría en clase.

Por si os lo preguntáis, he encontrado los apuntes que quería en el penúltimo archivador que faltaba por mirar. Murphy.

Pues bien, los lunes y martes por la mañana en 2º de carrera tenía clase a las 8 de la mañana. Era increíble el sueño que gastaba yo a esas horas. Habitualmente me levantaba una media hora antes de la clase, luego pasaba a recoger a una amiga a medio camino y, adormiladas, nos dirigíamos a clase, aún sacándonos las legañas de los ojos.

Una mañana, harta de la explotación a la que nos veíamos sometidos día tras día, empecé a redactar esa DECLARACIÓN. También era la época que había empezado mi blog antiguo y, creo recordar, tenía pensado pasarla a ordenador y colgarla.

Señores, señoras, niños, niñas, nerds y frikis, aquí van los primeros puntos de la declaraciónde de derechos de los estudiantes. Sin acabar. Seguro que cuando termine la uni podré llenar mucho más.


1. Si un profesor dice que terminará la clase antes, debería cumplirlo. En caso contrario, crea una expectación falsa en los estudiantes y solo provoca que estos se pasen el resto de la hora (una vez se haya superado el tiempo que dicho profesor se ha marcado) mirando el reloj/móvil y la puerta. (O que escriban paranoias como hago yo), caso que hace que dejen de prestar *atención.

Nota: No se considerar como "terminar antes la clase", acabar 3 minutos antes de la hora.

Aclaración: mirando en retrospectiva... Los alumnos no prestan atención si el profe se repite o aburre a todos.

2. Si el profesor se va por las ramas en su explicación, debería aclarecerlo o hacernos un croquis en la pizarra sobre el tema o cómo se ha llegado a él. Tenemos tendencia a desconectar durante la clase y, si no tenemos medios para entender lo que hacemos, nos perdemos irremediable e irreversiblemente. Luego se produce el famoso fracaso escolar (o universitario).

3. Si estamos dormidos, el profesor no debería gastar 5 valiosos minutos de clase apra mirarnos el carteo y reirse de nosotros. Tampoco es necesario que diga indirectas (o directas con mala leche) de tomar un café cargadito justo antes de entrar en clase, teniendo clase a las 8 de la mañana (y, narices, ¡que tenemos 2 horas seguidas! Aún falta para ese café). Y menos aún, habiéndonos despertado a las 7:48 (ahí estaba Inanna, aprovechando las sábanas al máximo!) y habernos vestido corriendo para no llegar (demasiado) tarde.

Conclusión 1: Nunca hay tiempo por las mañanas.
Conclusión 2: Siempre se llega tarde a la primera hora de clase del día, aunque ésta sea a las 10, las 12 o las 16h.

4. Si justo después de clase estás relajándote en la cafetería, es de mala educación, por parte del profesor, cuya clase acaba de terminar, acercarse a la mesa de al lado de sus alumnos y hablar con algunos sujetos de temas poco interesantes sobre la clase anterior. Las conversaciones entre los alumnos se detienen, la gente se mira estupefacta sin decir nada y hay un aura de incomodidad que envuelve el ambiente; todo ello provoca que los estudiantes se vayan convirtiendo paulatinamente en proto-asesinos, al pensar en las más variadas técnicas de homicidio del educador.

Verdad del día: "I like acting silly... sometimes" (Me gusta hacer el tonto... a veces). Nos alegramos sinceramente que haya profes que acepten lo que són.

La frase es verídica y la dijo después de hacer lo que mejor sabe. No diré nombres.

¿Y no es bonito, el recordar los momentos de cafetería, las penúrias de los exámenes y las siestas de clase, al cabo de tantos años?

Ah, lo que está en cursiva son comentarios míos en la actualidad.

Después de haber hecho de monitora en Irlanda también hace que vea un poco el punto de vista del profesor. Sólo un poco. No demasiado. No tengo vocación de educadora. Corrijo. Domadora.

Y nada, que me ha hecho gracia el recordar cómo perdía el tiempo redactando cosas de estas para no quedarme roque en clase. ¿A quién se le ocurre poner un powerpoint a las 8 de la mañana, apagar las luces y hablar de sintaxis inglesa? Era inhumano.

Besos a todos!!

viernes, 11 de enero de 2008

Happy, happy laughing all the while

Llevamos unos cuantos días de 2008 y estoy bastante contenta con como está yendo el año, aunque no termine en número impar. (Recordemos que ADORO especialmente a los impares xd). Ion y Donal (Nibbler) vinieron de visita sorpresa, me lo pasé bien con los amigos, he retomando el contacto con alguna que otra persona que en algún momento quedó atrás... Y eso, que estoy bastante contenta. Estoy tratando de pensar en cosas que me gustaría hacer este año o el que viene. Tengo ideas de cómo vivir, y muchas son ideas que en su momento dices "estará chulo poder hacer....... (poner nombre de algo que te gustaría) dentro de unos años". Y creo que ahora están llegando esos momentos que antes eran "dentro de unos años". Parece que algunos sueños que tuve en algún momento vuelven y con algo de renovadas fuerzas. No sé si me gustan más ahora o ahora les tengo más miedo que antes porque se pueden cumplir y no sé si son lo que realmente quiero o son solo sueños, de los que nos guían por la vida pero no hay que llegar a cumplir porque, si los cumples, ¿qué te queda luego? Aunque los sueños tienen la maravillosa capacidad de mutar a lo largo del tiempo y pueden cambiar. Puedes lograr hacer algo que antaño era un sueño para tí y que luego solo te hace ilusión pero ya no es tu sueño, porque has creado un sueño nuevo.

En fin, que doy muchas vueltas al tema y esto acaba pareciéndose al discurso de Bilbo Bolsón en su último cumpleaños en la Comarca: "No conozco a la mitad de vosotros ni la mitad de lo que querría, y lo que yo querría es menos de la mitad de lo que la mitad de vosotros merece." Vamos, un auténtico trabalenguas que solo se entiende al 100% una vez lo lees un par de veces, pero no de oídas.

Otra cosa que me ha traído el año, como muchos sabéis, ha sido un constipado/gripe del copón. Espero que haya tenido concentradas todas las enfermedades o resfriados que se suponía que iba a coger en 2008... Tambiéne stoy contenta, porque he aprobado todas las asignaturas del primer cuatrimestre ^^.

Tengo pensado estar cosa de una semanita en Bilbao (realmente serían 5 días: 7 días-2 de viaje) y tengo ganas de ver a gente de por ahí que hace mucho que no veo, así que a ver si todo el mundo puede quedar al final...

En fin, os dejo un video de los Teleñecos y REM que me ha gustado mucho. Y la canción es muy alegre, así que doblemente bueno XD.

Furry Happy Monsters - Rem



martes, 1 de enero de 2008

Se acabó. Empezamos uno nuevo.

Bueno, ya es oficial. Estamos en 2008 y ya ha pasado un año más, como nos anunciaron anoche todas las cadenas de television mientras nos hacían atragantar con 12 uvas.

Es impresionante lo deprisa que se me ha pasado el 2007, muchísimo más que el 2006. Demasiado aprisa se cae la arena en el reloj para mi gusto. Este año han pasado muchas cosas a un ritmo trepidante, tanto buenas como no tan buenas, pero las que recuerdo ahora mismo son, como siempre, los buenos momentos. Los malos te vienen a la memoria después, cuando te los recuerdan o te tienes que parar a pensar en ellos.

Por un lado me siento satisfecha con todas las cosas que he hecho o gente de mi alrededor ha logrado, pues no solo te alegras de "tus logros". Por el otro, también pienso en todas las cosas que no he hecho, las que dije que haría o me gustaría haberlas hecho. Desde estar más en contacto con la naturaleza (más de lo que suelo poder, una pena), hasta terminar libros o quedar con gente. O, más que quedar con gente a secas, vivir instantes. Momentos que te llenen de felicidad, de esos que mientras los estás viviendo sabes que los recordarás siempre y al pasar los años, eres capaz de recrearlos con una exactitud impresionante. Pues eso, que he vivido varios momentos de estos este año, aunque tengo la impresión que no tantos como en otras ocasiones. Peor los que hay, han valido la pena.

Ahora me acuerdo de conversaciones de aeropuerto en Irlanda con nativos de allí, con gente muy maja de aquí y de allá... Instantes de tiempo condensados en memorias que solo uno mismo es capaz de retener. He crecido bastante como persona durante este último año. Es cierto que hay muchos aspectos de mi misma que he de cambiar o modelar, supongo que como mucha gente, pero creo que ahora me conozco un poco más que antes y por eso mismo hay momentos en que encuentro más cosas "malas", es decir las que he de cambiar, que buenas. Aunque siempre hay una persona estupenda cerca para recordarte que no eres tan mala como te ves.

Este año he tomado decisiones importantes y he tenido experiencias de todo tipo que han hecho que vea el mundo desde diferentes perspectivas e, incluso estas perspectivas, me han traido a la memoria la chica que era a los 15, 16, 17... Una época de cambios, sin duda.

En fin, que el tiempo que pasa nunca vuelve y, como dicen todos, hemos de vivir el momento y no el ayer. De modo que, a partir de ahora, trataré y me esforzaré por cumplir mis propósitos.

- Reír un rato cada día para mantenerme contenta. A ser posible, reír acompañada o hacer reír a una segunda persona, o tercera o las que se tercien.
- Escribir más a menudo.
-Escribir ciertas cartas y enviar e-mails a algunas personas.
- Viajar cada ciertos meses si mi economía y la situación lo permiten.
- Cambiar de aires durante una tarde cuando esté agobiada.
-Volver a caminar al lado de la playa, como hace unos años.
-Ayudar más a mis padres, que ahora llevo una temporada que apenas he ayudado a mi madre.
-Hacer una lista sobre los lugares que quiero ver e ir tachándolos conforme los vaya visitando.
- Hacer otra lista de las cosas que quiero cambiar de mí misma o un croquis sobre cómo quiero ser e ir trabajándolo poco a poco.
-Aprender a contar hasta 10 o hasta 20 cuando esté alterada y vaya a contestar.
-Sacar todas las cosas que no necesito en mi vida o que me estorban.
-Si he intentado sacar a alguien de mi vida y no lo he conseguido, dejarlo ahí. Seguro que hay algún motivo que desconozco por el que no se va.
- Volver a leer. Y leer todos los libros que he de leer de una vez.
- Encontrar la tienda ideal donde pueda encontrar toda la ropa tipo hippie-celta-indio-marroquí que me gusta.
-Viajar a Londres, Glastonbury, Nueva Delhi, Egipto y Marrakesh, o a sus mercadillos y comprarme la ropa directamente.

Jeje. Veremos que nos depara el nuevo año. ¿No se os hace raro escribir ahora 08? Es raro... 07 me gustaba mucho más. Aparte, este año me da como... vértigo cumplir ya 23 años. Aun faltan 7 meses para ello, pero... Es como una edad en plan "ya soy mayor".

Si todo va bien, puede que termine la carrera en junio. Luego buscar trabajo, empezar la vida por mi cuenta... Ion se vendrá a vivir aquí... Trabajo, casa, responsabilidades... Se nos avecina una gorda... Sí, hay ganas de empezar pero también da la sensación de estar frente a un precipicio.

Esto me recuerda a algo que sucede en The Sandman, en Fábulas y Reflejos de Neil Gaiman. Un joven director de teatro aparece escalando una montaña y en la cima se encuentra con Morfeo, es decir, Sueño. El joven le cuenta un sueño-pesadilla que tuvo de pequeño en el que se caía de un tejado y, por miedo a morir al llegar al suelo, se despertó en otro sueño (sí, estas cosas son posibles. ¿No os han sucedido nunca?) y desde entonces tiene miedo a las alturas.

Estás huyendo, ¿verdad? -pregunta Matthew, el cuervo de Sueño.
No huyo. Es sólo que.. Que no lo sé. Todo se vuelve demasiado grande. Estoy desorientado. Tengo miedo de hacer algo estúpido.
Y si haces algo estúpido, ¿qué? -Pregunta el rey Sueño.
¿Usted no tiene miedo a caer?
A veces es un error trepar; siempre es un error no intentarlo siquiera. -Le contesta.
¿Qué me dice? ¿Que debería volver al espectáculo? ¿No abandonar? ¿Eso es lo que me dice? -exclama el joven.- Sólo es un sueño, oiga. Yo no lo he inventado.
Si no trepas, no caerás. Es cierto, pero, ¿tal malo es fracasar? ¿Tan duro es caer? -reflexiona Sueño.- A veces te despiertas, y a veces, sí, te mueres. Pero hay una tercer alternativa.
¿Cuál es? -pregunta esperanzado el jóven.
Pero está solo en la cima de la montaña, mira a sus pies y cae un relámpago que la destruye. No hay nada a qué agarrarse y el joven cae.
No. Por favor, no. -musita.
Pero no cesa de caer. "Cuando ocurra de verdad, no será como en los dibujos del correcaminos. No habrá un agujero de mi tamaño en el suelo del desierto. Golpearé la dura roca desde una gran altura y se acabó. Estoy intentando despertarme, cuando... "Pero hay una tercera alternativa". Y me quedé con ella. Y no desperdé. Y no morí."

A la mañana siguiente, en la obra de teatro el joven habla con una de las actrices.

Hoy pareces diferente.
Conocí a alguien que me hizo ver las cosasa de otra manera.
Me gustaría conocerla...
Conocerlo. Y no creo ni que existas. Sólo es una voz en mi cabeza que dice...
¿Sí?
A veces despiertas. A veces la caída te mata. Y a veces, cuando caes, vuelas.

Y eso, que supongo que a todos nos da miedo la caida, el volar o el fracasar. Nos dan miedo las cosas nuevas. Hay algunas que un millar de personas las hicieron antes que nosotros, pero siempre habrá al menos una que seremos nosotros los que la haremos por primera vez o que la haremos de una determinada manera. Siempre hay una primera vez para todo el mundo.

Así que, si hay propósitos de año nuevo o propósitos de día nuevo que os hagáis al levantaros una mañana y no sabéis si podréis con ellos, o si lo haréis, si haréis el ridículo, si os olvidaréis, si... Tratad de recordar las palabras de Sueño y aprended a volar. Todo polluelo ha volado por primera vez y ha tenido miedo a caer, aun sabiendo que es un pájaro y que está en su naturaleza saber volar, aun siendo enseñado por los padres, expertos aviadores. Incluso pájaros adultos han aprendido otra vez a volar, a superar los miedos de las alturas, después de haber sido tumbados por una fuerte corriente de aire. Siempre, siempre, un pájaro querrá volar. ¿Y qué somos nosotros sino pájaros, que tratamos sea como fuere de cumplir nuestros objetivos y sueños? ¿No nos queda siempre un pequeño pozo de esperanza para intentar alguna cosa una vez más?

Un besazo enorme a todos y feliz entrada de año. Que todos los días de 2008 os traigan un buen motivo para reír y ser felices.