lunes, 14 de enero de 2008

Maquinaciones estudiantiles

Esta tarde he recibido un mail de una amiga-compañera de clase pidiéndome los apuntes de una asignatura que hice hace unos años. De modo que, ni corta ni perezosa, he ido a buscar dichos apuntes... Pero hay un problema que no recordaba. Y es que guardo los apuntes en carpetas y archivadores. En el caso de los archivadores hay el curso, el cuatrimestre y el nombre de las asignaturas en el lomo, peor no en las carpetas. Tampoco recordaba si dichos apuntes estaban en carpetas o archivadores. Ni el lugar. Ya os podéis imaginar a Inanna en el suelo de su cuarto desmantelando la parte de abajo de las estanterías de libros, donde guardo las carpetas y archivadores... Tengo un par para los apuntes de bachillerato... pero de la uni, suelo tener dos archivadores por curso. Por lo que he podido comprobar y contar, de estos 5 años de filología inglesa he amontonado: 4 carpetas, 3 tochos (de 4 dedos cada uno) de fotocopias de un par de asignaturas (están en sobres de copistería) y unos 6 o 7 archivadores. ¿Dónde está la asignatura en concreto? Total... un rato después de abrir y cerrar carpetas y mirar lomos de archivadores he terminado en la mano con: 3 resultados de prácticas de una amiga ahora (entonces compañera) que recogí cuando estábamos en 1º de carrera y éramos seres despreocupados y felices (o algo). 4 años después siguen en mi poder. He encontrado una carta de 12 páginas de mi amiga Nur a su entonces novio Hugo. Las tenía que escanear y mandárselas por email. No lo hice porque Nur le llamó unas horas después de darme la carta y le contó toda la historia, y me dijo que no era necesario. La carta tendrá también 4 años... tal vez 5, porque ella aún no se había ido a Colombia ni se había casado. Finalmente he encontrado una especie de "Declaración de los derechos de los estudiantes" que estaba preparando mientras me aburría en clase.

Por si os lo preguntáis, he encontrado los apuntes que quería en el penúltimo archivador que faltaba por mirar. Murphy.

Pues bien, los lunes y martes por la mañana en 2º de carrera tenía clase a las 8 de la mañana. Era increíble el sueño que gastaba yo a esas horas. Habitualmente me levantaba una media hora antes de la clase, luego pasaba a recoger a una amiga a medio camino y, adormiladas, nos dirigíamos a clase, aún sacándonos las legañas de los ojos.

Una mañana, harta de la explotación a la que nos veíamos sometidos día tras día, empecé a redactar esa DECLARACIÓN. También era la época que había empezado mi blog antiguo y, creo recordar, tenía pensado pasarla a ordenador y colgarla.

Señores, señoras, niños, niñas, nerds y frikis, aquí van los primeros puntos de la declaraciónde de derechos de los estudiantes. Sin acabar. Seguro que cuando termine la uni podré llenar mucho más.


1. Si un profesor dice que terminará la clase antes, debería cumplirlo. En caso contrario, crea una expectación falsa en los estudiantes y solo provoca que estos se pasen el resto de la hora (una vez se haya superado el tiempo que dicho profesor se ha marcado) mirando el reloj/móvil y la puerta. (O que escriban paranoias como hago yo), caso que hace que dejen de prestar *atención.

Nota: No se considerar como "terminar antes la clase", acabar 3 minutos antes de la hora.

Aclaración: mirando en retrospectiva... Los alumnos no prestan atención si el profe se repite o aburre a todos.

2. Si el profesor se va por las ramas en su explicación, debería aclarecerlo o hacernos un croquis en la pizarra sobre el tema o cómo se ha llegado a él. Tenemos tendencia a desconectar durante la clase y, si no tenemos medios para entender lo que hacemos, nos perdemos irremediable e irreversiblemente. Luego se produce el famoso fracaso escolar (o universitario).

3. Si estamos dormidos, el profesor no debería gastar 5 valiosos minutos de clase apra mirarnos el carteo y reirse de nosotros. Tampoco es necesario que diga indirectas (o directas con mala leche) de tomar un café cargadito justo antes de entrar en clase, teniendo clase a las 8 de la mañana (y, narices, ¡que tenemos 2 horas seguidas! Aún falta para ese café). Y menos aún, habiéndonos despertado a las 7:48 (ahí estaba Inanna, aprovechando las sábanas al máximo!) y habernos vestido corriendo para no llegar (demasiado) tarde.

Conclusión 1: Nunca hay tiempo por las mañanas.
Conclusión 2: Siempre se llega tarde a la primera hora de clase del día, aunque ésta sea a las 10, las 12 o las 16h.

4. Si justo después de clase estás relajándote en la cafetería, es de mala educación, por parte del profesor, cuya clase acaba de terminar, acercarse a la mesa de al lado de sus alumnos y hablar con algunos sujetos de temas poco interesantes sobre la clase anterior. Las conversaciones entre los alumnos se detienen, la gente se mira estupefacta sin decir nada y hay un aura de incomodidad que envuelve el ambiente; todo ello provoca que los estudiantes se vayan convirtiendo paulatinamente en proto-asesinos, al pensar en las más variadas técnicas de homicidio del educador.

Verdad del día: "I like acting silly... sometimes" (Me gusta hacer el tonto... a veces). Nos alegramos sinceramente que haya profes que acepten lo que són.

La frase es verídica y la dijo después de hacer lo que mejor sabe. No diré nombres.

¿Y no es bonito, el recordar los momentos de cafetería, las penúrias de los exámenes y las siestas de clase, al cabo de tantos años?

Ah, lo que está en cursiva son comentarios míos en la actualidad.

Después de haber hecho de monitora en Irlanda también hace que vea un poco el punto de vista del profesor. Sólo un poco. No demasiado. No tengo vocación de educadora. Corrijo. Domadora.

Y nada, que me ha hecho gracia el recordar cómo perdía el tiempo redactando cosas de estas para no quedarme roque en clase. ¿A quién se le ocurre poner un powerpoint a las 8 de la mañana, apagar las luces y hablar de sintaxis inglesa? Era inhumano.

Besos a todos!!

2 comentarios:

Lord Nibbler dijo...

Acepto totalmente. Aunque excluiria algun profe q otro q hay majete

Didi dijo...

Yo ya lo había leído eso XDDDDDDDDD
Cuánta razón tienes...