jueves, 25 de febrero de 2010

viernes, 12 de febrero de 2010

Fluir, respirar, vivir y ser feliz



Nada se está quieto eternamente. Incluso las estrellas, que a nuestros ojos pueden parecer viejas e inmutables, y aún así conservan su brillo y hechizo, llevan siglos de cambios. Sólo a veces podemos ver en "directo" uno de sus cambios, que ha tardado tanto en llegar a nosotros.

Creo que últimamente se van sucediendo pequeños cambios en mi vida. Un trabajito de fin de semana que me ofrece flexibilidad, algunas traducciones que llegan, las ganas de escribir que vuelven... e incluso un pequeño paréntesis que me hace tremenda ilusión y que parece un regalo. Es curioso... de un tiempo a esta parte, he tenido pequeños anhelos y deseos, o caprichos callados, que no he contado a nadie... Y todos ellos han ido ocurriendo.

Hay quien piensa que son simples casualidades.

Hay quienes creen que somos fichas de ajedrez movidas por una mano invisble.

Hay los que piensan que nos escuchan, que nos traen lo necesario para nosotros en cada momento, que nos premian cuando decidimos aceptar el camino en el que estamos, nos guste o no, hasta que sea el momento propicio para realizar todo aquello que queremos hacer.

También hay los que creen en que si deseas algo mucho, mucho, mucho en tu interior, se acaba haciendo realidad.

O, como dice Loquillo, "la vida te dará lo mismo, lo mismo que tú le des".

Pienso que es un poco de todo. Más de causalidad que de casualidad, eso sí. Aunque nunca me he imaginado como una ficha de ajedrez. De todas formas... hay ocasiones en las que te emperras en querer hacer algo... y no paras de encontrarte trabas en tu camino, molestias que van creciendo, hasta que llegas a un punto en el que estás infeliz o el proyecto se ha hecho añicos. O tú, por testarudo y por no escuchar. Hay otras en las que, no sabes bien por qué, ves que todo funciona, todo fluye, todo va bien. Para mí eso es parte de saber escuchar a la vida. A veces solo es necesario parar un rato y dejarte llevar, y entonces ves que ¡pluf! todo va estupendamente. Pero para llegar a ese punto, muchas veces nos hemos quedado agotados de nadar a contracorriente.

Es complicado saber cuándo toca luchar para conseguir algo de un modo constructivo, y cuándo lo hacemos por simple cabezonería. Si nos miramos de lejos, estoy segura que sabríamos apreciar la diferencia. Pero siempre estamos demasiado entrometidos para hacerlo.

En fin, que estoy contenta por el pequeño "regalo" o "capricho" o "alegría" o "premio" que se me ha ofrecido. Me hace feliz.

Estoy feliz.

Y además, acabo de encontrar una canción preciosa de Lisa Gerrard que no conocía. Tendré que hacerme con sus cds...



Y ahora, es hora de dormir, de leer y de soñar. Y no necesariamente en este orden ;).