sábado, 4 de febrero de 2012

Muertes.


¿Cómo sería el mundo si ya no estuviéramos en él?
Me gustaría pensar que si yo no estuviera en el mundo, si muriera, se notaría. Quiero decir, que la pequeña diferencia que marco, se notaría.
Lo triste y grande a la vez, es que no, no se notaría nada a gran escala. Somos inmensamente pequeños y miles de personas mueren cada día y nuestras vidas son iguales. No les notamos en falta, excepto si son alguien que conocemos.
¿Alguna vez habéis pensado en que tal vez no habéis conocido un amigo o amiga porque se ha muerto? Yo sí. Cuando recién cumplidos los dieciséis conocí a una chica, con la que rápidamente conectamos y nos hicimos grandes amgias, a pesar de lo diferentes que éramos, y me contó que un par de años antes había tenido un accidente de tráfico (un coche se la llevó por delante)... Le faltó un tris de morir. De hecho, los de la ambulancia pensaron que estaba muerta. 
Y yo pensé en que... qué fuerte. Una persona que ahora es muy importante para mi casi muere. Casi no la llego a conocer. Casi no conozco a su hermana. Casi no conozco a mi pareja porque su hermana no se equivocó al añadirme en una conversación de MSN hace nueve años. Cuantos casi juntos, ¿verdad?

Si nos paramos a pensar, nuestra vida actual es casi un puñetero compendio de malabarismos, lleno de posibilidades y situaciones que cambian a cada instante.
Lo que hacemos, dejamos de hacer, pensamos o simplemente no hacemos nos marca de tal manera que cuando te paras a pensar un poquito, da hasta vértigo.
Ahora mismo soy incapaz de imaginarme dónde estaría ahora mismo si en otros momentos hubiera decidido hacer otra cosa. Es cierto que hay acontecimientos y decisiones en nuestra vida que nos marcan el futuro. Grandes decisiones. Pero esas son las fáciles, porque nos damos cuenta, porque son grandes porque "eh, eso es una montaña de las grandotas". Las pequeñas, las del día a día, las de: "hoy me haré una tortilla para cenar" o "sacaré a pasear al perro a las 15:31 en vez de a las 16:49", ésas, sin duda, son las que marcan la diferencia.

Cuando en 2010 tuve un accidente de tráfico, cuando pensé que posiblemente la palmaría o quedaría bastante afectada, no pensé en mi família, en mi perro, en mis amigos, en mi pareja ni en planes de futuro.  Tampoco me pasó mi vida por delante. Recuerdo claramente que pensé: No me jodas.


1 comentario:

Perejil dijo...

En estos tiempos en los que estoy tratando de hacer equilibrios con el hueco que la muerte de una amiga ha dejado en mi, puedo asegurarte Innana Pilgrim que la pequeña diferencia de tu falta séría un verdadero agujero negro...
La suerte es que, aunque nunca se puede asegurar nada, pienso disfrutar de tu amistad muuuuuchos años.
Mil besos.