viernes, 1 de septiembre de 2006

Septiembre

Volvemos al principio. Para mí cada año tiene dos inicios (o tres, depende). El primero es en septiembre, cuando desde los 3 añitos, empiezo el curso. Es cuando hago los buenos propósitos como estudiante: pasar a limpio los apuntes la misma tarde después de clase (¡ja!), hacer resúmenes y estudiar con dos semanas de antelación mínimo (sí, sí), pasar más horas en la biblioteca... Vamos, las típicas cosas que no cumplo. Los dos primeros días tal vez sí pase los apuntes a limpio, pero ya. El segundo principio de año es en Enero. Ahí se hacen los propositos como persona: que si dejar de hacers esto y aquello, que si mejorar en... Y luego, ya de modo personal, el principio de la primavera (y no digo principio refiriéndome al equinoccio, sino a cuando empieza a hacer bueno y da gusto estar en la naturaleza). En fin, que me voy por las ramas.

Que ya volvemos a estar, un año más, en el primer principio, valga la redundancia. Este mes, para mi, tiene los colores marrón y amarillo. Por un lado no tengo ganas de volver a clase y tal, pero por el otro, sí. De volver un poco a alguna rutina que me guste, aunque yo sea la eterna contraria a la rutina y la monotonía XD. Este año me siento ya un poco 'mayor'. Sé que es una tontería, pero he pasado de estar en el 1r ciclo a estar en el 2º. Eso significa que estoy en cuarto curso y que el año que viene se termina lo que se daba. Será cosa de aprovechar los últimos dos años de universidad XD.

Cada vez más a menudo amanece con el día nublado y grís. Cada vez más hace fresco por las mañanas y por las noches. Los días que llueve o los días grises me recuerdan a un café con leche o un té en una cafetería tranquila, hablando tranquilamente con un par de amig@s. Durante el curso los ves una vez cada semana, dos si hay suerte. A veces los ves una vez cada 2 semanas o una vez cada unos cuantos meses. Lo habitual. Son como un caramelo con sabor a café con leche o tofe, de los que le gustan a mi madre. Esos que se te quedan pegados a los dientes. Cuando tomas uno te llena la boca de sabor. Mientras dura es divertido y te gusta. Cuando termina, sigues teniendo el gusto en la boca, es como un recuerdo porque ya no tienes nada. Si comieras uno cada día probablemente acabarías cansándote de ellos, pero uno cada X meses apetece mucho. No comparo a todos los amigos con un caramelo de tofe. Comparo esas quedadas enfrente una taza humeante en un lugar tranquilo para hablar tranquilamente o compartir, simplemente, una taza humeante que te aleje del frío de la calle. Una de esas veces en que ya no recuerdas de qué hablabas, qué te dijo, lo que llevabas puesto y, tal vez, ni siquiera lo que tomaste. Solo te quedas con la sensacion agradable, la que te llena, el recuerdo de la persona y tal vez el local. Tampoco recuerdo la última vez que tomé un caramelo de tofe, pero sí recuerdo cómo sabía.

Este año me gustaría aprender a llevarme un libro a alguna cafetería y leerlo. También algo que escribir en una cafetería. Me apetece ponerme un abrigo y salir a caminar por el camino del faro, en un día gris, con solo mis pensamientos. Me apetece que el día que haga eso no haya nadie por allí. Quiero sentir el viento y el frío soplando. El mar de otoño, gris plateado. Quiero sentir que una etapa termina y se abre otra nueva, tal vez mucho mejor.

Me llevo gratos recuerdos de este verano. Recuerdos, fotos, vivencias. Me llevo gente en el corazón que estará siempre allí. Y me llevo gente con la que espero compartir más y nuevas cosas. Me llevo objetivos renovados, sueños cambiados... A veces, sólo a veces, siento, a ratos, y sólo a ratos, que parece que vaya encontrando un rumbo en la vida que me gusta y que me va a llevar a un lugar al que siempre he querido llegar.

Besos a tod@s!

2 comentarios:

Ion Ander ART dijo...

Como dices, todo se repite. Un eterno ciclo: comienzo del curso, exámenes (las dos tandas), fin de curso, veranillo, y vuelta a empezar. Lo importante es el humor con que te tomes cada nueva vuelta de la rueda, y por lo que veo tú te lo estás tomando con una muy buena filosofía. ¡Eso es lo importante! A ver si cuando me toque a mí lo encauzo de semejante manera. ¡Ánimo y a por todas!

Crimsom Shadow dijo...

Muy buen comentario y una gran verdad, asi me gusta. Esperemos que esos caramelos durne mucho mucho tiempo! Un saludo!