sábado, 21 de octubre de 2006

Otoño, los árboles cambian

Cada vez vamos más abrigados por la calle, llevamos un paraguas encima más amenudo, los árboles cambian de color y se desvisten lentamente... o de golpe y porrazo. Los hay que no cambian. Las tardes ya son noche y la luz cada vez escalfa menos.

Me noto muy cercana a algunas personas y siento que me alejo de algunas que fueron muy cercanas en su momento. Personas con las que hasta no hace mucho tiempo tuvimos proyectos comunes y futuro entrelazado noto que empezamos a seguir caminos distintos. Creo que hasta puedo vislumbrar el instante en que se decidió qué senda escogíamos cada uno. Y los proyectos tal vez se queden en proyectos.

Será bonito recordar cómo nos imaginábamos ese futuro, al igual que las nubes de las que estaban hechos los sueños. También es bonito ahora pensar en los nuevos proyectos que ideamos con gente nueva. ¿Quién sabe cuál de todos acabará haciéndose real? Desde luego ideas no faltan.

¿Hasta cuando cambia la gente? Hay quien dice que llega un momento en que tienes tu manera de ser, pensar y hacer totalmente encauzada. Yo pienso que la estabilidad real está en el cambio. Al menos para mí es literalmente eso. Necesito cambios. Pero a veces pienso en la gente que voy dejando atrás o en la gente de la que me alejo (o nos alejamos por ambas partes) por esos cambios y me digo que qué será de todos ellos cuando decida hacer un cambio mayor para conseguir autorrealizar una parte de mí. Quiero decir... si ahora me alejo de gente que veo amenudo, que tengo al lado, que veo cada cierto tiempo, con la que en su momento conecté mucho, ¿qué será cuando cambie mi residencia de lugar?

"Cambio en el camino,
camino en el cambio."

Recuerdo que escribí una vez. Es gracioso ver como algunas cosas que escribimos se van cumpliendo paulatinamente. ¿Os ha ocurrido nunca?


Llaunes de cervesa
i cançons per acabar,
és el segell de la tempesta.

Nits en blanc i negre
s'acumulen en passar,
s'instal.len a casa meva.

El llit encara està desfet
i no recordo com l'haig de fer,
potser ja és l'hora de canviar-ho tot
i ser un home com cal.

Tots aquells vells discos
ja no sonen igual,
potser hauria d'escoltar-los.

Fa temps que no surto
i no deixo de fumar,
potser hauria d'intentar-ho.

Avui el món està al revés,
i jo aquí veient com passa el temps,
potser ja és l'hora de canviar-ho tot
i ser un home com cal.

I tu em dius que ja t'està bé
que un dia o altre ja canviaré

Un dia tindré el món a les meves mans,
i vindré a buscar-te sense por,
et pendré la tristesa que enfosca els teus ulls,
i encendrem cada dia el nostre foc.

Portaré l'aigua de pluja que cau a l'estiu,
cantaré sota la lluna una cançó,
sortirem junts de casa per anar a ballar,
i anirem cap a on mai es pon sol.

Dançarem un amb l'altre fins poder embogir,
i encendrem cada dia el nostre amor,
portarem la tendresa fins a l'infinit,
i seràs la lletra d'una cançó.


"Suite de la boira" Pep Sala

Hace días que tenía esta canción dando vueltas... La verdad es que no estoy deprimida ni nada... Me gusta la esperanza que desprende el final de la canción. Y eso de "Quizás ya es hora de cambiarlo todo y ser un hombre de verdad" (= sentar la cabeza). Aunque yo no quiero sentar la cabeza. Quiero seguir siendo yo misma, aunque crezca y me convierta en "una persona responsable". Pienso seguir teniendo mis sueños, mis ensoñaciones, mis fantasías, mis hadas, mis dragones, mis unicornios, mis leyendas, mis cuentos, mis mitos, mis mundos idealizados de fantasía, mis mundos escritos en tinta...

Qué posts tan raros escribo últimamente. No sé si son demasiadas cosas en la cabeza, demasiadas reflexiones que no expreso o qué. Curiosamente, a pesar de que parecen todos muy caóticos y confusos, no me siento confusa ni caótica. Me siento serena. O es muy bueno... o es malo porque no me doy cuenta de cómo estoy en realidad XD.

Me pregunto si alguien echa de menos la manera en que escribía en el otro blog o mis pseudocríticas pseudosarcásticas o las cosas graciosas que se me pasaban por la cabeza...

Tengo ganas de escribir algo para que me lo ilustren ciertas personitas adorables que conozco. O ver una ilustración de un cuento mío. ¿Cómo será la visión que tiene la gente de lo que escribo? ¿Verán lo mismo que veo yo?

Me gustaría tener una tienda para decorarla como en La Tienda de Ensueño. Olería a incienso y a antiguo, habría paz, té moruno, pastitas turcas, cosas "del rollo" (pocas personas entenderán a qué me refiero)... ojalá existiera la señora de la tienda. Ojalá me convirtiera en ella de mayor. Aun me falta mucho tiempo para llegar a ser una persona de este tipo. Si algún día encuentro una como ella, que pueda decir: "así es la señora de la Tienda", os la presentaré. Conozco a una señora que podría pasar por ella, pero no lo es. Aunque regente a ratos una Tienda con cosas "del rollo", y le guste el té y hablar con las personas, y sea de ésas que te alegran el día. Creo que sería muy amiga de mi señora de la Tienda.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es un post muy tierno. A veces, las no concreciones son mejores, dan más para reflexionar.
Creo que todos estamos un poco como tú, al menos yo, que ando invadida por un sentimiento enorme de nostalgia, intentando decidir entre el cambio y el no cambio... y esas cosas. Seguramente sea el otoño, que es muy poético, o una conspiración del Universo, quién sabe.
Mi hadita dice que siempre siempre, forever and ever, hay que ser uno mismo. La princesa, lo que dices tú, que la estabilidad real está en el cambio, que la madurez y to' eso es inalcanzable, sólo existe en el camino. Y yo digo que tú eres tú, y es bastante.
Un beset.