viernes, 22 de junio de 2007

Saltar

Últimamente la pregunta más repetida que me han hecho es: ¿Estás nerviosa? Mi respuesta, casi siempre invariable es algo parecido a: Qué va... Pero creo que es porque todavía no estoy en situación. (Es como si aun faltara mucho tiempo para algo.) Ya verás el día antes o así.

Pues parece que el día antes y todo esto está llegando. En 3 días voy a Bilbao, cosa que significa que en 3 días tengo que tener la maleta irlandesa preparada del todo, y cuando Inanna tiene la maleta prepada del todo significa que YA ha llegado el momento. El lunes, todo el día de viaje, así que no cuenta. El martes, será puesta en situación: el día anterior y la quedada con los jefazos para que me informen sobre las actividades, el lugar, los chavales... (Nota mental flash: no te olvides el pasaporte). Y el miércoles... ¡el miércoles, a volar!

La situación me está recordando a cuando estás en las clases de natación y eres niño. En el cursillo se pasan la vida hablándote del trampolín, del que vas a saltar uno de los últimos días del curso. Entonces te preparan a consciencia para el gran momento, que se ve lejano, algo irreal porque nunca acaba de llegar. Hasta que el último día de cursillo os ponen a todos en fila india, bien ordenaditos y nerviosos y os hacen subir las escaleras y os enfrentan al trampolín. Sabes que estás preparado, sabes que la distancia que te separa del agua son pocos metros, no te vas a hacer daño... Y sin embargo, el agua parece lejana y tú, que nunca has tenido vértigo, empiezas a experimentar una ligera sensación que curiosamente se parece a lo que te han descrito como vértigo. El tiempo parece detenerse, todo pasa muy lentamente a tu alrededor, tu mente es un torbellino de actividad. No quieres saltar, pero has de hacerlo, no puedes echarte para atrás porque solo hay una opción. Respiras diversas veces, tratando de calmarte y esconder al exterior lo nervioso que estás. Cierras los ojos. Y saltas. Lo demás ocurre como tiene que ocurrir. Lo peor ha pasado.

Lo peor son los segundos en los que estás sobre el trampolín, preparándote para saltar.

¿Estoy nerviosa?

Sí, creo que ya lo estoy.

(Pero no lo digáis muy en alto, no sea que me lo crea demasiado....)


EDITO: Aprovecho que me voy para estrenar un nuevo look en la blogosfera. Es muy sencillo y me gusta. Espero que a vosotros también. Si alguien sabe cómo expandir los límites de la zona del centro del blog, le agradeceré que me lo diga. Me gustaría que fueran un poco más anchos, así el texto y las imagenes estarían mejor alineados...

Besos!!

2 comentarios:

Lord Nibbler dijo...

un consejo de profesional no te estreses antes de las situaciones, ya veras como por mil casos que se te pasen por la cabeza nunca vas a estar preparada, acepta lo que se te venga encima y anticipa el movimeinto del enemigo.

Un abrazo.

Didi dijo...

A mí me gustaba más el otro look :(
Yo nunca aprendí bien a nadar... Y mucho menos saltar de un trampolín... Kizá así se entienden muchas cosas.
Espero que tooooodo vaya muy bien ;) y que lo disfrutes!