jueves, 18 de octubre de 2007

El Pacto

- Te propongo un pacto, entonces. Escribirás; poco, pero lo harás bien. Serán obras de calidad. Pero morirás joven.

- No me importa. Para entonces, seré eterno. Mis obras seguirán con vida y mientras una sola de mis palabras esté viva, las generaciones recordarán mi nombre.

- Así sea.

- ¿Porque así ha de ser?

- No, porque tú has querido que así haya de ser.

- ¿Conseguiré la fama?

- Mucho después de enterrado.

- ¿Lo sabré? ¿Me enteraré de mi reconocimiento?

- No. Sabrán y recordarán tu nombre durante años, tal vez siglos.

- ¿De qué me sirve entonces este reconocimiento?

- De una promesa futura y de que tu muerte no será en balde.

- ¿Cuántas veces has hecho esta promesa a jóvenes escritores? ¿Y a artistas?

- Tantas, que ni siquiera recuerdo todos los nombres.

- Pero has dicho que todo el mundo me recordará, ¿por qué tú no lo harás? ¿Te olvidarás de mi como del resto de pactados?

- Es posible que olvide tu nombre, pero no tu cara. Es posible que me olvide de esta conversación, pero no de tu letra, de tus palabras. Y no te recordaré porque no soy yo quien ha de recordarte. Tu mismo has pedido que te recuerde la gente. No formo parte de este colectivo.

- ¿Estoy en un sueño?

- Sí.

- ¿Eres el Señor de los Sueños?

- No.

- ¿Quién eres?

- Quien tú quieres que sea.

- ¿El Diablo? ¿Lucifer? ¿El Hombre del Saco?

- Si así lo deseas, lo seré.

- ¿Moriré de verdad?

- Sí, tú lo has decidido.

- Pero esto es un sueño, los sueños son extraños.

- Sin duda, pero tampoco es un sueño normal. Has decido. Ahora has de aceptar las consecuencias de tus palabras.

- ¿Cuánto tiempo tengo?

- No lo sabrás, y el saber que morirás joven y el no saber cuando será, es lo que te hará escribir.

- ¿Te recordaré cuando despierte?

- No lo harás, ni siquiera esta conversación.

- ¿Y si no escribo, qué sucederá?

- Habrás malgastado tu vida y la habrás malvendido. El precio ya está pagado. Es tu turno saber qué hacer con el tiempo que te ha sido dado… o que te queda.


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Pronto haré la crónica del viaje y añadiré fotos. Se me acaba de ocurrir esta "historia". De hecho he "escuchado" las primeras líneas mientras leía la biografía de Robert Louis Stevenson (El Extraño Caso del Dr Jekyll y Mr Hyde).
También sirve de 'conmemoración' a las 100 entradas de este blog. ¡Felicidades!

3 comentarios:

Didi dijo...

Diox mío!! Tengo que escribir a toda prisa!!! >_<
Me ha gustado, me ha gustado, raro, pero es lo que tiene XD

Unknown dijo...

Joder, me encanta...Es el clásico de todo poder tiene su precio. ¿Qué es más importante, vivir mucho sintiéndo el mundo, o vivir en la memoria eternamente? Ni creo que sean ambas excluyentes, ni creo en el logro de esos éxitos sin antes haber recorrido el camino por tu propio pie...¿dónde estaría la diversión sino?, conmigo ese ente, sea quien sea, lo tendría jodidillo (al menos para convencerme en ese sentido)

Anónimo dijo...

Muy bien escrito. Transmite angustia, pero lo importante es que el texto ''transmite''.

Personalmente estoy muy de acuerdo con la opinion de Ion. Creo que no se excluyen mutuamente, el pasar por la vida disfrutando, y el que te recuerden una vez muerto. Se puede avanzar en ambas cosas, gradualmente... no creo en blancos y negros, sino en toda la escala de colores que hay entre medio.