miércoles, 7 de mayo de 2008

Antes, oyendo la tele de fondo, me he dado cuenta que nos hemos hecho muy amigos de algunos términos y que incluso convivimos con ellos frecuentemente.

Cambio climático, crísis económica, sequía, cáncer, SIDA, guerra, tumor, paro, violencia de género, racismo, bancos, hacienda...

Me han venido a la mente estas, seguro que si me quedo a pensar un rato se me ocurren muchas más.

Cosecha mala, huracán, 45.000 personas muertas, 55.000 damnificados.

Es normal que la sociedad esté enfermando. Sólo nos llegan las notícias malas. Nos quedamos con todo lo negativo, hasta que pensamos que es lo importante. Las cosas buenas parece que queden en segundo lugar. Veamos cuantas cosas buenas puedo sacar en una lista rápida.

Amor, leer, escribir, puesta de sol, amanecer, música, gaviotas, mar, bosque, susurro de árboles, un amigo, un grupo de amigos, risas, juego, viajes, avión, camello (de animal), (yo pensando -relacionando: drogas, pero no como algo positivo. se me ha colado por la doble noción que hay ahora de 'camello'), India, Irlanda, mar, océano, arena, esperanza, amistad, sonrisa, Sandman, Loreena McKennitt, Waterhouse, hadas, libros, dibujos, hojas...

Tengo dos amigas psicólogas. ¿A alguna le apetece hacerme un diagnóstico con mi unión de ideas? Jajaja. Sí, es cierto que cuando estamos de buen humor encontramos más, pero, aun así. Que nos inculcan demasiada tristeza y demasiadas cosas malas.

Estoy pensando en hacer lo que leí que hizo un hombre. Antes cada día leía los periódicos y miraba las noticias, porque hay que estar informado de lo que pasa en el mundo. ¿Cuántas veces nos han dicho esto nuestros padres? Pues bien, el hombre acabó por estar algo triste de forma generalizada. Llegó a la conclusión que en las noticias solo había cosas malas y quelo hacía por una obligación que él mismo se había impuesto. De modo, que dejó de hacerlo y se dedicó a mirar las noticias una o dos veces a la semana para ver cómo andaba el mundo y se acabó.

¿No están más felices los pastores de Mongolia que muchos del Wall Street el día que baja la bolsa? Pues eso.

Besos a todos y buenas noches. La inspiración viene cuando le apetece.

PD: El título del post viene a la idea negativa más simplificada que he encontrado: un no rotundo a todo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La verdad es que tienes toda la razón, yo ya había oido lo de que las personas que leen el periódico y ven las noticias cada día no son tan felices como las que permanecen al margen.


El caso es que mucha gente piensa que por no ver las noticias el mundo y lo que pasa en el no te importan, y nada más lejos de la realidad.

El mundo me importa, y por ello intento hacer que a mi alrededor mejore, que es lo que tengo a mano y en lo que yo puedo colaborar. Seguro que si cada uno nos centrasemos en mejorar nuestro alrededor antes que pasarnos el día lamentando lo mal que está todo, haríamos que cambiase todo y se fuera expandiendo como un virus que cura la enfermedad del aburrimiento, la desidia y la resignación.

Aquí está mi granito de arena, un besico enorme!!!!