sábado, 29 de noviembre de 2008

Pensamientos a raudales sin freno


Soliloquios de una servidora una tarde de frío y silencio. Si esperáis encontrar algo profundo y filosófico, pasad de largo.

Me gustan mucho los anuncios nuevos de Gas Natural. Especialmente, el de la ducha. Me ha sucedido esta escena muchas veces, aunque nosotros ya tenemos esta compañía, a veces se trataba de problemas con la caldera, otras que llegaba tan poca presión de agua que no salía caliente (especialmente en hora punta de ducha, es decir de lunes a viernes de 6 a 8.30 y cada noche sobre las 21 h.), o bien mi señora madre ponía la lavadora. Sin embargo, es en casa de Ion donde recuerdo, cada vez que se hace de noche, la estrofa del otro anuncio:"vivo en la era glacial". Y es que, si me paro a pensar, son varias las veces que me he resfriado en esa casa. Y además, siempre procuro ponerme los jerseys más calientes, que si una bata, que si una manta, que si la estufa a mi lado... Es como prepararse para una expedición a la estepa rusa. De hecho, estoy escribiendo con los guantes puestos -manos frías, por supuesto-, las botas de montaña puestas, al lado de la estufa y con los pies y la mitad del cuerpo que no da a la estufa bien fríos. Hace años, cuando venía a esta misma casa a estudiar para aquellos exámenes mortalmente aburridos, para los que estar en la biblio era una fiesta y en casa, un fiestón, distrayéndome con cualquier cosa, al estar aquí, me encontraba con que eran cuatro paredes, mesa, sillas, baño, y poca cosa más. Como iba diciendo, para estudiar para aquellos exámenes, recuerdo haberme colocado una estufa a cada lado y otra (la pequeña que estaba rota) apoyada debajo de la mesa y todo ello, acompañado por una manta. Efectivamente, soy friolera. Pero sé de unos cuantos que pueden corroborar las bajas temperaturas del inmueble.

Tengo hambre. Mi madre prepara su primer quiche esta noche. Quiero ir a cenar. Tengo hambre. Llevo teniendo hambre todo el día y no se me pasa con absolutamente NADA (he optado con distraerme con lo que sea para no asaltar las pocas provisiones de la nevera de Ion). Deduzco que tengo hambre porque estoy nerviosa. Estoy nerviosa porque... creo... no he terminado el trabajo para la semana que viene. No he terminado el trabajo porque no sé si lo estoy enfocando correctamente. Me explico. Se trata de hacer un trabajo sobre 10 gemas. Pero pensé que, simplemente describir (copiar-pegar) el aspecto y características de cada una se encuentra fácilmente en cualquier libro de piedras y minerales. De modo que pensé en hacerlo de otro modo. Mi amigo Karki, contempló la idea de explicar cosas históricas de cada una. Al encontrarme con varios libros en casa, del tipo 'curación por minerales', me di cuenta que describían para qué había sido usada cada una a lo largo de diferentes periodos de la historia. Bien. ¿Pero y si el profe no quiere todos estos datos? ¿Y si piensa que sólo son patrañas?

Tengo hambre porque tengo nervios porque tengo que entregar un trabajo que aún estoy evitando hacer.

Ion duerme. Procuro no hacer ruido. Pero se me están helando las extremidades de no moverme.

He de entrar la colada. Hace mucho frío fuera. Me voy a helar aún más.

Tengo hambre.

Quiero comer la quiche.

I'm hungry.

1 comentario:

zazu dijo...

andanda maja!! ya sabes de que era el hambre... y vamos, q el frío no ayuda...

weno, tu ponete wena, cuidaos mutuamente los 2 enfermitos..

Muchos besicos!!!

babú