Es curioso. ¿Sabes lo que sientes cuando vas en coche y te metes por una carretera que crees que no es la que toca? ¿Esos momentos en que estás tod@ nervios@ pensando por dónde vas a salir, si te habrás pasado, si te alejarás de tu ruta, si vas a tener que parar, pedir la dirección y cruzar los dedos para que no te informen que has ido en dirección contraria durante muchos, muchos kilómetros? Y luego llega el momento. EL MOMENTO. De repente ves un desvío hacia la carretera a la que pretendías llegar. Y ves que, aunque hayas dado algunas vueltas, o hayas seguido recto, sin saber seguro que ibas bien... de repente te sientes bien porque sabes que vas en buen camino. Pues es más o menos como me siento ahora. Como que voy por buen camino. Como el viajero que ha bajado de la montaña, sin saber cómo, enmedio de la niebla, y llega a su destino, a casa, a su pueblo, dónde sea. Me siento así. Y me hace feliz. Se me hace hasta... raro. Llevo todo el curso tratando de sentirme un poco como esto. Pensando que sólo era momentáneo. Que las clases eran una parada más, un camino a recorrer un tiempo. Y me decían que tal vez las clases me llevarían a lograr algo que quería conseguir. No sé si ha sido así. Pero tengo ganas de luchar. De seguir luchando para conseguir ser una buena traductora. Porque he llegado a pensar que no valía. Y sí valgo. Y he de aprender a hacerme valer, que esto me cuesta un poco porque mi autoestima nunca se ha caracterizado por ser fuerte ni estar en lo alto (ya lo sabéis xD).
Y creo que una de las cosas que me han enseñado los niños es a recordar cómo era ser niño. Cómo es. A ver el mundo con otros ojos. De alegría, de inocencia, de esperar a ver qué te traerá de nuevo el día (esto es importante, porque hay momentos en que ya dejamos de esperar cosas nuevas). De aprender algo nuevo y alegrarte por ello. De abrazar, reír o besar porque sí, porque te apetece, porque tienes ganas de demostrarlo a alguien, sin pensar en lo qué dirán o en qué pensarán. Porque cuando eres niño hay momentos en los que no temes el mostrarte tal y como eres. Dentro de poco es posible que algunos de mis alumnos empiecen a ponerse máscaras, o a cuidar lo que dicen o hacen por miedo a las burlas, a las regañinas, a que lo juzguen... Pero creo que es bueno recordar que, en algún momento de nuestra vida, nosotros nos hemos mostrado tal y como somos y no hemos recibido daño a cambio. A veces vale la pena intentarlo de nuevo, para estar más relajado y... no sé... estar más feliz.
Creo que el encontrar este trabajo me ha hecho mucho bien, anímicamente. Me siento capaz, siento que valgo. Siento que tengo ganas de volver a estudiar, tanto de tema máster o doctorado, como cosas por mi cuenta, para escribirlas, para redactarlas, para hacer ensayos... Porque tengo ideas y proyectos y no quiero que se queden sin desarrollar. Sé que puedo hacer algo que valga la pena. Y pienso hacerlo. Aunque haya momentos que tenga que hacer algunos pequeños o grandes sacrificios... será por un bien que en su momento crecerá.
Y creo que una de las cosas que me han enseñado los niños es a recordar cómo era ser niño. Cómo es. A ver el mundo con otros ojos. De alegría, de inocencia, de esperar a ver qué te traerá de nuevo el día (esto es importante, porque hay momentos en que ya dejamos de esperar cosas nuevas). De aprender algo nuevo y alegrarte por ello. De abrazar, reír o besar porque sí, porque te apetece, porque tienes ganas de demostrarlo a alguien, sin pensar en lo qué dirán o en qué pensarán. Porque cuando eres niño hay momentos en los que no temes el mostrarte tal y como eres. Dentro de poco es posible que algunos de mis alumnos empiecen a ponerse máscaras, o a cuidar lo que dicen o hacen por miedo a las burlas, a las regañinas, a que lo juzguen... Pero creo que es bueno recordar que, en algún momento de nuestra vida, nosotros nos hemos mostrado tal y como somos y no hemos recibido daño a cambio. A veces vale la pena intentarlo de nuevo, para estar más relajado y... no sé... estar más feliz.
Creo que el encontrar este trabajo me ha hecho mucho bien, anímicamente. Me siento capaz, siento que valgo. Siento que tengo ganas de volver a estudiar, tanto de tema máster o doctorado, como cosas por mi cuenta, para escribirlas, para redactarlas, para hacer ensayos... Porque tengo ideas y proyectos y no quiero que se queden sin desarrollar. Sé que puedo hacer algo que valga la pena. Y pienso hacerlo. Aunque haya momentos que tenga que hacer algunos pequeños o grandes sacrificios... será por un bien que en su momento crecerá.
Tantas... que me identifico plénamente con la imagen.
4 comentarios:
¡Qué alegría leer esto! =D
Me n'alegro! :)
Tots anem cercant el camí cap a la felicitat, i el més important és caminar.
Per cert, he vist algun master que et podria interessar: master en traducció literària!
Cada cop que a Infojobs veig feines de traducció me'n recordo de tu, però clar, és tot a provincia de Bcn XDDDD
Quan has dit que pensaves que no valies m'has fet pensar que durant el 1r quatrimestre a l'assignatura d'interpretació ens van separar en dos grups per nivell, a mi em van posar al dels dolents. Quan vaig arribar a casa em vaig posar a plorar, vaig pensar que ho havia deixat tot per això i que no valia. Del 1r al 2n quatrimestre em van canviar a l'altre grup, el dels bons, i saps què? A final de curs he tret un 9, la nota més alta de la classe.
El més important és no perdre mai la confiança en nosaltres :D
Bnit!
és una molt bona notícia sentir-te així.
saps quina cançó que per casa l'he escoltat més d'una vegada i que m'anima molt i em dóna empenta per aixecar-me quan caic? Lluís Llach "Ítaca" i si tens el llibre i el pots llegir el text.... .... uuauuu!
i has trobat un pintor, un quadre.... Magnífic!!!!!!!
compartim gust x Friedrich!!
Tinguis bona setmana i espero que el pare estigui recuperadíssim!
Una salutació
l'Estel
Publicar un comentario