Ahora me dedico para darme ánimos a pensar en el peazo verano que me espera: visitilla rápida a los vascuences a principios de julio, vuelta a mi tierra para hacer unas pruebas, otra pasada rápida a los bilbainítos de camino a la Bretagne française, vuelta a mi casa con el novio y unos cuantos amigos a cuestas, pasar unas semanas con todos ellos y, por primera vez, celebrar un cumpleaños con todos mis amigos reunidos en un mismo sitio (si todo va bien... y aun así, me da en la nariz que cierta señorita con sobrenombre griego no va a poder estar)... ¡Qué ganas! Pienso cargarme las pilas a tope-tope. Y si esos días ya estarán geniales, serán perfectos si logro entrar en Traducción. Ese día, de llegar, habrá fiesta gorda. Muy, muy gorda.
Mañana tengo el examen de la escuela oficial de idiomas (francés). Solo fui las 3 o 4 primeras semanas a clase... y un día a principios de marzo (o era abril?) como cosa rara en plan "a partir de hoy volveré a ir a clase los 2 días a la semana". Evidentemente, nanay. Espero que mis conocimientos de gavatxo sean suficientes para aprobar el examen :S. De momento no estoy nerviosa. Es a las 6 de la tarde y todavía tengo tiempo de repasar y tal.
Este viernes (¡por fín!) me van a quitar mis dos muelas del juicio del lado derecho. Si habéis estado conmigo en temporada de pre-exámenes, durante exámenes, post-exámenes o en cualquier otro día murphiano, sabréis que hace como dos años que voy a base de ibuprofenos por la vida. Recuerdo con especial cariño el año pasado, en febrero, que me pilló un costipado de los fuertes, combinado con dolor de muelas y algo más. Y mira, en vez de hacer campana esa mañana, como hago habitualmente cuando no tengo ganas de ir a clase, ese día em dio por ir. ¡Qué mal lo pasé! Estaba totalmente drogada a base de calmantes (muy) fuertes, antibióticos, paracetamoles, homeopatía... Y eso... este viernes mis jºdidªs muelas de Murphy van a pasar a la historia. Porque no, no podían crecer hacia arriba (y hacia abajo, respectivamente para la mandíbula superior) como todas las muelas del mundo, no. Tenían que crecer en horizontal. Resultado: dos hileras de muelas y dientes movidos, hinchazones contínuas, caries debidas a la extraña forma que han tomado los dientes... Ojo, que parece que estoy feliz, pero no. Todavía no me he puesto nerviosa ni nada porque no me he parado a pensar en ello... Tiempo al tiempo (ojalá que no me ponga nerviosa xD)... El dentista me dijo a finales de noviembre: "Bueno, ahora ya puedes venir cuando quieras a quitártelas. Pide hora al salir, que te la darán para dentro de unas 3 semanas o así". Sí, sí. Inanna se fue pitando y no la volvieron a ver hasta hace justo una semana. Seguramente no hubiera vuelto pero... ¿qué haces cuando tus adorados ibuprofenos ya no te hacen efecto? Te replanteas el pasar un finde balbuceando y aguantando la babilla en la post operación, y una semana a base de zumos y purés...
Ya os contaré qué tal... o mejor no. xD