viernes, 16 de noviembre de 2007

Manos de hielo

Sus manos se asemejaban a las de un espectro, tan frías y tan blancas que parecían carecer de vida.

Y sus caricias eran como un soplo de invierno sobre la piel. Notabas cuando te rozaban los dedos, despertaba cada cutícula de la piel en el entorno donde ella habría descansado la mano.

Ella era el frío, tanto por dentro como por fuera. No se sabía si se debía a que su corazón se congeló y se heló por fuera o es que, como si de una leyenda se tratara, se había congelado en vida, llegando el invierno en su corazón.

No lloraba, pero tampoco reía.

Blanca como ella sola, fría como ninguna otra, era la reina de las nieves.

La encontré una vez y me rozó la cara. Su boca me regaló una sonrisa escarchada, de igual manera que me hubiera podido saludar o me hubiera ignorado. Yo no era nada para ella, y así lo demostraban sus ojos, sin vida, sin brillo. Los ojos no sabían sonreír.

Siguió su camino, recorriendo lentamente cada paso, meditándolo como si fuera lo único importante en su existencia. A su espalda dejaba el mundo blanco y frío. Sobretodo frío.

Frío es como me quedé durante meses o años. Una simple mirada de la mujer, un sencillo roce me congeló por dentro.



manos de hielo

"Lady Winter" (el espectro) es de Annika Von Holdt y la foto de Gerhard Lenerz. La composición es mía.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Precioso relatillo, y preciosa composición fotográfica. Ya sabes txiki, a seguir deleitándonos con estas perlitas. ;)

Didi dijo...

Lo que hace pasar rasca, eh??? XDDDD Te sale la musa del frío por el camino!! XDDDDDDD

Ta mu xulo :P