miércoles, 10 de diciembre de 2008

Lo que se queda por el camino y los zapatos

¿No os habéis preguntado alguna vez si no os habéis dejado cosas por hacer a lo largo de vuestra vida? Supongo que suele pasar. A veces, miras en retrospectiva y te dices "aquí hubiera dicho esto", o "allá hubiera hecho lo otro". En algunas ocasiones te sientes como que no estás haciendo todo lo que deberías estar haciendo. ¿Y quién te dice qué cosa es a cada momento? Nosotros mismos, los padres, los amigos, la sociedad... Pero sobretodo, nosotros mismos.

Hace relativamente poco tuve una crisis (aún no he llegado a los 25, así que figuraros cómo estaré en un año y medio): me estaba (estoy) haciendo mayor. Efectivamente, la juventud y la adolescencia pasan. Mientras duran parece que nunca se van a ir, y de repente... ¿dónde están? Es una estupidez, pero este verano me di cuenta que me estaba haciendo mayor, que no había hecho cosas que muchos de mi edad ya han hecho. Por ejemplo, nunca he pillado una cogorza. Es difícil para mí, el 90% de las bebidas alcohólicas no me gustan, y muchas de las veces que he bebido no me han sentado bien. Tampoco he me he fumado un pitillo. He sido fumadora pasiva hasta los 20 años. Odio el olor a tabaco que queda en la ropa y el pelo. Odio que cuando estoy en un local cerrado, mi pecho acabe silvando porque no puede respirar bien. Tampoco he probado la droga, aunque eso no me quita el sueño. Vamos, que cualquiera que lea esto pensará "vaya, una chica sana como una manzana". Prefiero mil veces más irme a la montaña a encerrarme una noche en una discoteca para escuchar "música" y "bailar" con un ritmo frenético. Prefiero pasear y tomar un té una tarde de frío con un amigo a irme de compras en un centro comercial. Prefiero leer libros, cómics de calidad, y novelas juveniles (hay verdaderas joyas entre ellas que los adultos desconocen. Una pena), a... no sé... ¿tunear mi nuevo Peugeot 205? o 206, no sé la numeración de los coches. Sólo sé un modelo: Toyota RAV-4, el todoterreno que me enamoró a los 8 años. Color azul.

Todo lo que hago, por muy distinto a la mayoría, me llena. Tengo aspiraciones a escritora (mirada al infinito. Algún día), a traductora (hoy me ha vuelto a salir una traducción de una web. ¡¡Bien!!), he ido conociendo cada vez más personas que comparten mi modo de pensar, hacer y vivir. Tengo la tira de sueños y proyectos. Tengo de todo y más. En verdad, no me puedo quejar.
Pero como todo humano, me parece que está muy metido en la cabeza lo de preguntarnos estupideces. ¿Por qué sigo pensando que me pierdo algo?

A los 16 estuve luchando para que mis padres me dejaran ir al Puerto Deportivo de mi ciudad. Por aquél entonces estaba de moda, había muchos locales de baile, mucha música distinta y todo tipo de marcha y de gente. Deseaba ir y ver aquello, muchos amigos y conocidos iban cada fin de semana. ¿Por qué yo no? "¿Qué hiciste el sábado?", "Buah, fui al puerto y brutal. Nos lo pasamos de PM", decían gallitos sacando pecho. Era lo más. Hasta los 18 no dejaron que empezara a asomar la cabeza en el mundo nocturno. Fui al Puerto una noche. Y como Julio Cesar: Veni, vidi, me largué. Meses más tarde, volví con mi amiga Nur. Era carnaval. Yo seguía en mi época de pseudo-cofcof-gótica. Y llevaba la primera blusa gótica que me pude comprar (60 eurazos que me costó en la calle Tallers de Barcelona). Me refiero como pseudo-gótica porque me encantaba la estética, los vestidos eran preciosos... y supongo que una temporada algo embajonada, ayudó. Aunque claro, yo nunca he podido ser una gótica de verdad porque... vamos... mi cara no pega ni con cola :). Ni porque por entonces, Edgar Allan Poe no es que me dijera mucho... (Lo intenté, eso sí). A lo que iba. Que volví al famoso puerto con una amiga. Creo que visitamos media docena de locales en un minuto. Entrábamos, yo salía y mi amiga, detrás de mí. No me gustaba. No encajaba. El cruasán con queso y jamón que compramos al volver, bien calentito para combatir el frío, fue el mejor final para aquella velada.

Desde entonces, en estos 5 años creo que he estado unas 4 o 5 veces. Ha habido años en que ni lo he pisado. Creo que recuerdo la mayoría de ocasiones: fiesta de graduación de la uni, cena con las de la uni, con unos amigos a un local con música 80-90s y rock, cumpleaños de una amiga y "favor" a un amigo de acompañarlo a una "Fiesta Argentiiiiina" con la chica que le gustaba.
Igual, todo esto de "me estoy perdiendo algo", sin saber qué es, es parecido a cuando te gustan mucho un estilo de zapatos, pero no tienen tu talla... o te apretan. Y sin embargo, te metes entre ceja y ceja, que ya se adaptarán a tus pies, porque son bonitos y... tienen que adaptarse. Te los compras, te los pones y te salen ampollas cada día que se te ocurre ponértelos. Porque sencillamente, esos zapatos no te van.

Por eso siempre llevo botas de montaña (una de mis señas distintivas) o zapatos muy cómodos. Caminando con tacones soy un auténtico pato. Y no soy yo.

La siguiente crisis será la de "¿Esto es todo lo que puede ofrecerme la vida?". Un monográfico de "voy a seguir en este curro, que está bien pero que yo esperaba algo más; mi vida sentimental está bien, pero yo creía que a estas horas...; yo estoy.... pero creía que ahora ya...". Tranquilos, aún falta para ello. Pero conociéndome, llegará.

Sé que dije algo sobre una llave, pero la foto que nos hizo Elle me gusta demasiado como para no compartirla. Además, nos ilustra a todos/as. Hay quien lo hace todo a la vez, pero la mayoría son 2/3 o 1/3 los más suertudos: callamos lo que deberíamos hablar, no vemos lo evidente, hacemos oídos sordos a las verdades.



PD: ¡¡Otra traducción de una web!! :D ¡Dinero directo a la hucha de Glastonbury! (Wait a minute. No está confirmado. Inanna, no hagas de esto el cuento de la lechera).

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Buenos dias! si, son buenos aunque haga frio, aunque el viento sople con ganas y tus dedos se queden hechos un pirulo de verano, siguen siendo buenos.

Te dedico este par de citas pues :
"Has perdido tu vida, decían mirando mis manos vacías y nadie oía al Dios que cantaba en mi corazón"
Louis Cattiaux

"Caminante , son tus huellas el camino y nada más. Caminante, no hay camino, se hace al andar"
A. Machado


Un Saludo

Morgan Le Fay

Anónimo dijo...

Oh, Inannita, ¿vas mejor de tu catarro?
Me ha pasado tantas veces lo que a ti, y fíjate, he encontrado mi vocación en ser cortadora de tomates XD
Nos haremos mayores, pero no importará mientras podamos seguir utilizando algún sentidos. Piensa que si falla alguno desarrollaremos más otro.
Je t'aime comme tu es.
Besitos. Cuídate.

zazu dijo...

Hola preciosa!!!

No te lo creerás pero justo a medio dia teníamos martin y yo esta misma conversación... el ha sido la juerga padre por el y por todos mis compañeros... y yo he sido santa teresa...

Por como me han tocado las cosas, he tenido demasiado desarrollado el sentido de la responsabilidad y nunca he hecho locuras, nunca he desfasado ni he roto las reglas impuestas.

Realmente pienso que me he perdido algo, pero lo q he vivido me ha hecho como soy, y a mi me gusta.
Además, siempre podemos quedar y pillarnos nuestra primera cogorza las 2 juntas q tendrá más gracia el experimento...

¿qué te parece? te apuntas? asi lo tachamos de la lista de "lo q no he hecho nunca..." jeje

te quiero preciosa!!

babú.
think in our forest's house!

Anónimo dijo...

Inanna!! ya te has cojido las vacaciones?... o el cole te tiene tan absorvida que... ; )

Venga, que queda poquito para las vacaciones!!

Un Saludo

Morgan Le Fay