Hace varios días que estoy en Bilbao. Llevo desde el 24 por la noche que no paro de comer. Canelones, cordero, chuletón en una sidrería, un cacho de buey en un batzoki (=mucha comida rica), wok chino 30 delícias, etcétera, etcétera. Creo que tendré que comprar nueva talla de pantalones en rebajas...
En fin, que espero que cuando todo vuelva a la normalidad (o anormalidad, según se mire), continuaré escribiendo.
Ah, se me olvidaba, que ¡¡FELIZ AÑO NUEVO!! otra vez. Nos lo llevan repitiendo los villancicos desde principios de diciembre, así como las felicitaciones, bancos (tiene su gracia), publicidad en general... Pero... resulta que año nuevo se celebra un montón de veces al año, dependiendo de la tradición, la cultura y la religión de cada uno. Este año ya llevo TRES años nuevos, con lo cual, tengo tres años más de lo que me pertocaría.
Por cierto, solo comentar lo despreciable que me parece el acto terrorista de esta mañana de cierta banda. Nunca antes me había encontrado algo parecido en Euskadi. Nada más salir de casa, al doblar la esquina, nos encontramos con piiiiiiiiiiiiiips, meeeeeeeeeeeeecs e interminables colas de coches. Pensamos que es la locura de fin de año. ¡Qué bien se va a pie por el mundo! Varias esquinas y calles principales después, al llegar hacia donde estaba la parada de metro. Centenares de personas mirando hacia un mismo punto, una calle acordonada, ertzainas aquí y allá, gente hablando por el móvil... Nos topamos unos conocidos, y nos informan de lo sucedido. Impresionante. Decidimos no coger el metro (¡ejem!), y al cruzar uno de los puentes de Deusto, un edificio humeando.... mucho. En fin... incluso he sacado una foto para la posteridad, para no olvidar nunca estas cosas, porque parece que al cabo de los años, hay muchos que tienden a hacerlo.
Ahora ya puedo decir que, o soy gafe o una superviviente: Londres, septiembre de 2001, 11-S: mi avión es de los tres últimos en despegar después del primer ataque. Londres, julio de 2005, visito la ciudad entre los dos atentados que hubo. Un metro al que subí con Ion, se quedó a oscuras y parado durante unos 5 minutos, el autobús que cogimos para ir al aeropuerto, pasó entre la policía, mientras esperaban otro ataque terrorista. Bilbao, hoy. ¡Qué suerte haber salido algo más tarde de casa y que no nos pillara la histeria colectiva del desalojo de la zona!
Pero bueno...
Pasadlo bien, y no bebáis demasiado que sino mañana tendréis una mala entrada de año. Nunca he padecido resaca, pero por lo que he visto y me han contado, no se lo recomendaría ni a mi peor enemigo. Espera, igual a ése sí...
Ojalá que 2009 sea mejor que 2008... y que deje de oirse la palabra de moda: crisis.